Fundación Amigos es finalista

"Las finales no se juegan, se ganan", invoca un viejo axioma futbolero. Y Fundación Amigos por el Deporte lo cumplió al pie de la letra. No se salió jamás de su ordenado libreto táctico, usufructó al máximo una de las dos chances de gol que tuvo y potenció su propuesta a partir de la experiencia en la mayoría de sus futbolistas.

Así, el equipo de Pablo Jofré se sacó la espina por la derrota que había sufrido ante Murialdo (1-3) en el campeonato, le arrebató el invicto en el torneo (7 ganados y 1 empatado) y clasificó a la final del actual torneo Apertura. Ahora, deberá esperar dos semanas para aguardar por el adversario de la Zona A.

El Canario jamás logró reponerse del prematuro impacto que significó perder a su goleador a los 2’. Y, lógicamente, no le quedó otra que tomar la iniciativa por el condicionante de la localía. Sin embargo, el equipo de Oscar Giacomelli lució abstraído, con la cabeza en otra parte.

Y si bien es cierto que un ratito después del gol de Fadep, el juez Araujo no vio (¿el asistente tampoco?) un claro penal de Pralong a Calderón, al local no se le cayó otra idea diferente a la de hacer llover centros que terminaron en el seguro Ezequiel Alvea.  
Fundación Amigos espera tranquilo en la final.

Riquero, fracturado

Fue una de las primeras jugadas del partido. Patricio Riquero (delantero del Canario) y Mario Guerra (volante de Fadep) saltaron a disputar un balón, la cabeza del segundo impactó en la cara de sus rival.

¿Resultado? Fractura del hueso malar derecho. Después de media hora de espera, la ambulancia trasladó al futbolista al hospital Español, donde fue intervenido.