FMI: la economía argentina se contraerá 0,7% en 2016

El Fondo Monetario Internacional (FMI) pronosticó ayer que la economía argentina se contraerá 0,7% el año próximo, una estimación peor que la última, de julio pasado, cuando había dicho que el crecimiento sería nulo.

La actualización de los datos se dio a conocer ayer en Lima, Perú, en el marco de la reunión anual del organismo multilateral, donde anticipó una inflación de 16,8% para este año y de 25,6% el año próximo, la segunda más alta entre los países considerados, detrás de Venezuela, para el que se prevé una inflación de 204,1%.

En cuanto a la economía en 2015, el FMI dijo que la Argentina cerrará el ejercicio con un crecimiento de 0,4% mejor frente a la última previsión, que era de 0,1%, y una tasa de desempleo de 6,9%, que se agravará a 8,4% con el nuevo gobierno.

A tono con los planteos del organismo en cuanto a las estadísticas nacionales, el informe aclaró que “las cifras de Argentina son los datos oficiales declarados, revisados en mayo de 2014” y recordó que “el 1 de febrero de 2013 el FMI emitió una declaración de censura, y en diciembre de 2013 instó a Argentina a adoptar medidas especificadas para mejorar la calidad de los datos oficiales del PBI dentro de un calendario especificado”.

“El Directorio Ejecutivo volverá a examinar esta cuestión nuevamente el 15 de julio de 2016 y en consonancia con los procedimientos establecidos en el marco jurídico del FMI”, advirtió.

Por otra parte informó que América Latina y el Caribe llevarán la peor parte de la crisis económica global y verán contraer su economía en 2015, con poco margen de acción para estimular sus finanzas, aunque se espera un leve repunte el próximo año.

El PBI de la región se contraerá 0,3% en 2015, arrastrado por Brasil y Venezuela, estimó el FMI, que en su informe de julio aún tenía la esperanza de que esta parte del mundo se expandiera al menos 0,5%. Prevé un crecimiento de 0,8% en 2016, frente a su proyección previa de 1,7%.

“En los países que no forman parte del grupo de las economías avanzadas, las fuentes de desaceleración y crecimiento son diversas, y van desde la caída de precios de las materias primas hasta el sobreendeudamiento generado anteriormente por el rápido crecimiento del crédito y las turbulencias políticas”, dijo el FMI en Lima, donde celebra sus reuniones anuales.

Brasil, la séptima economía del mundo, golpeada por una crisis de corrupción interna, tendrá una contracción del PBI de 3,0% en 2015 y de 1,0% en 2016.

En tanto, Venezuela, afectada por la caída del precio del petróleo y una convulsión política- verá caer su economía 10% este año y 6% el próximo, según el informe del Fondo.

Por su parte, algunos de los países que mejor resistirán y crecerían serán Paraguay (3,0%), Colombia y Uruguay (ambos 2,5%), Perú (2,4%), México y Chile (2,3%) y Bolivia (4,1%), cuya economía es centralizada en el Estado y que crece mejor que sus vecinos.

Un alto grado de incidencia de China

La desaceleración de la economía china y la inestabilidad de los precios de las materias primas reducirán el crecimiento de la economía mundial este año a su menor nivel desde 2009, año de recesión, pronosticó el FMI.

En su informe en anticipo a la reunión anual del FMI y el Banco Mundial aquí esta semana, el fondo calculó que la economía mundial crecerá el 3,1% este año en vez del 3,3% pronosticado en julio, en comparación con el 3,4% del año pasado. El director de economía del FMI, Maurice Obstfeld, desestimó el riesgo de una recesión mundial.

El Fondo pronosticó que Estados Unidos crecerá un 2,6% este año en vez del pronóstico de julio del 2,5% y del crecimiento del 2,4% registrado el año pasado. Las economías emergentes crecerán probablemente un 4%, que significaría la quinta caída anual consecutiva.

“Lo que ocurre en China tiene repercusiones en toda la economía mundial”, advirtió Obstfeld. Entre las economías más afectadas por la situación de las materias primas se encuentra la brasileña, que se pronostica se contraerá en un 3% este año, y la rusa, que se calcula bajará el 3,8% debido a los menores precios del petróleo y las sanciones económicas impuestas por Occidente.