Exportaciones: la crisis no es sólo brasileña

En el primer trimestre, las exportaciones de Mendoza a ese país crecieron en valor sólo por el precio del ajo, pero bajaron en volumen. Cayó el consumo y se resiente la cadena de pago. Preocupación en el sector vitivinícola.

Tanto Argentina como el principal socio comercial han atravesado en estos últimos tiempos etapas de turbulencias políticas que han tenido una repercusión lógica sobre la economía. Con la salida -obligada- del poder de Dilma Rousseff, la crisis brasileña recrudeció e impacta en Argentina desde hace más de un año.

Por consecuencia la situación y panorama de “casi” todas las industrias regionales para este 2016 no es de lo más alentador. Según datos aportados por ProMendoza, la provincia mostró un crecimiento del 24% en valor y una caída del 4,6% en volumen en el primer trimestre de 2016, comparado con igual período de 2015.

Sin embargo, este incremento en dólares está explicado principalmente por la suba del precio promedio del ajo, único producto que aumentó sus exportaciones en dólares -ya que en cantidades también cayó- durante los primeros tres meses del año. El resto de los demás productos que envía Mendoza mostraron números negativos de hasta dos dígitos en algunos casos.

Según la Fundación Ieral-Mediterránea, productos como el aceite de oliva y las aceitunas en conservas son los más vulnerables ya que en promedio en los últimos años concentraron más del 75% de sus exportaciones en Brasil; seguidos de las frutas de carozo en fresco y frutas desecadas (ciruelas y duraznos) que envían al vecino país más de la mitad de sus ventas externas. Tampoco resulta menor la vulnerabilidad de las peras, los duraznos en conserva y las cerezas, ya que concentran entre el 25% y 50% de sus envíos en el mercado analizado.

De este modo, es que los complejos exportadores mendocinos tendrán que hacerle frente, por tercer año consecutivo, a una caída de la actividad de Brasil. Luego de un ciclo de crecer a tasas en promedio del 5%, este país se prepara para cerrar 2016 con un PBI negativo cercano al 1% -como base, según estimaciones del FMI-.

Recordemos que en 2014 comenzó con una baja de 0,1% y en 2015 la caída fue más abrupta, del 1%. En este contexto, indicó el economista Rodrigo González, de la Fundación Ideal, también tienen inflación y recesión, y una devaluación del real frente al dólar, que en los últimos dos años acumula un 60%.

Además, como consecuencia de los últimos acontecimientos, según el economista Marcelo Licanic, este año caerá nuevamente el empleo en Brasil y estima “que 10% de la población quedará marginada del mercado laboral”.

Frente a este contexto es que Licanic detectó que el consumo de las familias brasileñas se estancará aún más y se realizarán negocios mínimos e indispensables, “principalmente por la incertidumbre que está generando el cambio de gobierno y la poca claridad -hasta el momento- de las nuevas políticas económicas del presidente interino de Brasil, Michel Temer”.

Asimismo, González agregó que la crisis política que está atravesando Brasil genera mayor incertidumbre e impacta en las expectativas de los empresarios y consumidores. Por lo que es de esperar, que el principal socio comercial reduzca sus compras e inversiones durante todo 2016, “principales motores de la economía”, sentenció el especialista.

Con respecto a lo que se espera para este año, el economista de la Fundación Ideal estimó que el nuevo equipo económico tiene un perfil muy conservador, por lo que no cree que haga una política expansiva, sino todo lo contrario. “Se realizarán ajustes para ordenar y achicarse, como lo último que sucedió con respecto al sistema previsional”, indicó. No obstante, aclaró que Temer estará en el gobierno sólo por seis meses, y por ahora no se sabe si se llamará a elecciones o qué pasará. Por lo que es muy incierto el futuro en ese país. De este modo, detalló: “Mientras a Brasil le vaya mal, a Mendoza también le irá mal”.

Gabriel Fidel, presidente de ProMendoza, consideró que la situación de Brasil ya venía mal y los últimos acontecimiento acentuaron la crisis. “No es algo de ahora. Creo que aquellos bienes que no sean elásticos, como el vino, seguirán sufriendo la crisis, mientras que otros bienes más elásticos, como el ajo, la fruta, leche, pan leche, amenguarán la realidad del socio comercial de Argentina, ya que le gente no dejará de consumir a pesar de la baja del consumo”.

Por su parte, Mario Bustos Carra, gerente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo, concordó que la baja en las exportaciones a Brasil es una consecuencia de la caída del poder adquisitivo de su población, las malas perspectivas pronosticadas y la incertidumbre política que imperaba.

Para este directivo, la adopción de nuevas medidas que tiendan a disminuir el pesado gasto público de ese país, buscando alternativas que contribuyan a aliviar las cargas presupuestarias, “se espera que permitan reencauzar la economía por caminos más razonables y busquen mejorar la situación de la población en general y que podamos recuperar la posición de nuestras exportaciones a ese mercado”, remarcó Carra.

Ajo, crecimiento en valor

La crisis de Brasil no deja de afectar la demanda de ajo mendocino. Sin embargo, sí es el único producto que ha logrado tener una buena performance durante el primer trimestre del año dado principalmente por el aumento que ha tenido su precio promedio; no así la cantidad exportada, la cual se ha retraído.

Guillermo San Martín, coordinador general de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajo, Cebolla y Afines (Asocamen), explicó que esta temporada ante la retracción de la oferta de ajo chino, español y mala cosecha brasileña, la caja pasó de valer 16 dólares en 2014-2015 a 20-22 dólares. Esto explica el incremento en los envíos de 66,3% en valor y la caída del 4,7% en volumen. De este modo, es que a pesar de la baja del consumo, San Martín indicó que benefició a los productores el aumento del precio promedio.

Sin embargo, el directivo de la Cámara del ajo advirtió que este sector no está ajeno a la realidad de Brasil. Ahora lo que teme este empresario es que la cadena de pagos se corte. San Martín explicó que “se están resintiendo los pagos”. Por este motivo, es que desde Asocamen recomiendan a sus asociados utilizar instrumentos y medios de pago internacionalmente aceptados para reducir riesgos.

“El problema que tienen muchos de los importadores brasileños -manifiesta Guillermo San Martín- es que para realizar sus compras en la temporada se financiaban con el sistema bancario y hoy las entidades no están dando crédito por la actual crisis e incertidumbre económica y política. De este modo, es que recurren a métodos poco formales que no aseguran la cobrabilidad y que además, al estar en una situación deteriorada, resulta más riesgosa que en otros años”.

Más allá del aumento de los precios promedios del ajo, el empresario mostró la preocupación por la caída en el consumo, a pesar de que aseguró que es uno de los productos más demandados por la gastronomía de Brasil.

Frutas en fresco, de mal en peor

Este sector no sólo sufre los avatares económicos. En parte, la caída sus envíos se explica por el endurecimiento de Brasil con respecto a las medidas fitosanitarias para exportar y los problemas que el año pasado presentó la carpocapsa. Esta debacle ha quedado de manifiesto en números aportados por ProMendoza.

En el caso de las peras en fresco, la baja en el primer trimestre del año, comparado con 2015 ha sido del 60% en volumen y 57,5% en valor. En el caso de las manzanas, la situación es peor, ya que en los primeros tres meses de 2016 Mendoza no ha enviado nada. En cantidades la baja para el durazno fue del 10% y para las ciruelas del 70%. No obstante, de todos los frescos, la pera es la que maneja el gran porcentaje de la torta exportable.

"El ajuste que sufrió el protocolo durante la temporada fue muy duro y nos dejó tanto a nosotros como a los productores del Alto Valle fuera de competencia. Fue así, que los empaques replantearon su programa de ventas, volcando gran porcentaje al mercado interno y otro tanto a otros destinos como Bolivia y Europa", contó Raúl Aruani, gerente de la Asociación de Productores de Fruta en Fresco (Aspeff). 
Más allá de esto, Aruani dijo que la disminución en el consumo y restricción de las compras por parte de las familias brasileñas se está sintiendo con más fuerza este año.

Aceite

El aceite de oliva y el de mezcla mostraron un aumento en las exportaciones cercanas entre ambos al 60% en valor, según ProMendoza. No obstante, este producto viene mostrando bajas en los envíos en los últimos años y su participación ha ido cayendo, siendo en este primer trimestre sólo el 1,9% del total exportado de Mendoza a Brasil, a diferencia, por ejemplo, del ajo, que es casi el 70%, y el vino, 10%.

El industrial olivícola Rodolfo Arizu Vargas, señaló que los envíos a Brasil están cada vez más acotados y restrictivos: “No se juegan en hacer pedidos grandes. Por ejemplo, de enviar casi 40 ahora con suerte enviamos 20”.

Como viene ya sucediendo, la competencia de Mendoza es España y sus precios, que están por debajo de lo que puede manejar Argentina y -según aseguró- "en un contexto como el actual la demanda consecuentemente bajará". Como ejemplo, hoy una caja de aceite de 12 argentino está a 40 dólares, mientras que el de España a 32 dólares. Esta disminución en la demanda ha hecho que Mendoza deje de producir y de 30 mil toneladas bajó a 25 en esta temporada y desde el 2006 hasta hoy se cerraron cerca de 35 fábricas, quedando hoy en funcionamiento sólo 10.

El vino no se salva

La industria vitivinícola no es ajena a los demás sectores. De hecho, desde hace algunos años que Brasil fue restando importancia en la torta exportable de la industria vitivinícola, ganando terreno otros destinos, como Estados Unidos, Reino Unido y Canadá.

Según ProMendoza, en el primer trimestre, los envíos de vino fraccionado cayeron un 33% en valor y 26% en volumen; es así que se dejaron de exportar 9,6 millones de dólares. El comportamiento del vino espumante no fue muy distinto a las otras categorías. En los tres primeros meses del año las exportaciones cayeron 56% y 55% en valor y volumen, respectivamente.

El gerente de Bodegas de Argentina, Juan Carlos Pina, dijo que este fenómeno -que se viene dando en las últimas temporadas y que ha empeorado en estos meses- se ha dado no sólo por la caída del consumo sino también porque los brasileños están pidiendo y comprando vinos muy baratos y Argentina no puede satisfacer esa demanda por la baja rentabilidad que le deja esa gama de precios.

Coincidió Fidel, quien dijo que por la carga tributaria, el vino argentino llega muy caro a góndola, de hecho está más caro que lo que se puede encontrar en las estanterías de Estados Unidos.

Finalmente, Pina contó que un fenómeno que sí se está observando en estos meses es que los pedidos están siendo medidos, “las empresas no se sobrestockean y van haciendo pedidos a medida que las cuentas les van cerrando”.

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