Evelyn Ghisaura, la reina anfitriona

La representante de la Quinta Sección fue coronada anoche durante un festejo afectado por la lluvia y una elección poco usual porque no fueron cantados los votos. Macarena Lombardo resultó virreina.

Evelyn Ghisaura, la reina anfitriona
Evelyn Ghisaura, la reina anfitriona

Evelyn Ghisaura es la flamante soberana de Ciudad 2015. La joven fue elegida por voto popular, al finalizar "Capital, cosecha de abrazos", la fiesta vendimial citadina.

El intendente Rodolfo Suárez estuvo acompañado por históricos radicales, pero ninguna autoridad del Gobierno provincial dijo presente. Cabe aclarar que en el Espacio Cultural Julio Le Parc tocó a la misma hora Bajo Fondo, por lo que todos los funcionarios del gobernador Francisco Pérez asistieron a ese evento.

La soberana 2015 fue elegida a través de 200 votos del público. Logrando a su favor 25 voluntades. Tiene 20 años y representó a la Quinta Sección.
Virreina se consagró la candidata de la Sexta Sección, Macarena Lombardo, con 20 votos. Los asistentes quedaron habilitados para sufragar a través de la terminación de su  DNI, definido a su vez por sorteo.

A pesar de la novedad de hacer participar al público, finalmente se decidió anunciar quienes fueron las ganadoras, sin cantar los votos, ya que la lluvia amenazaba con obligar a trasladar el acto lectivo. En algún momento se analizó trasladar la  elección a un hotel céntrico.

Al momento de la coronación de las nuevas soberanas la lluvia ya había mermado y la gente se quedó esperando ansiosa por oír las primeras palabras de Evelyn

La reina saliente, Julieta Cazorla, recordó en su mensaje de despedida a Víctor Fayad: "Nunca me imaginé vivir una pérdida así durante mi reinado", manifestó con voz quebrada. También le agradeció a su familia y al intendente Suárez

El fallecido intendente estuvo presente desde el primer momento, ya que el espectáculo comenzó con un homenaje a él. Apenas apareció la primera fotografía, el público explotó en aplausos.

Posteriormente, se reconoció al General José de San Martín, reviviendo el momento en que recibió la Bandera del Ejército de Los Andes. Las banderas argentina, peruana y chilena ondearon sobre el escenario.

Un cuadro especial fue destinado para concientizar a la gente en el cuidado de la limpieza de la ciudad y la responsabilidad de cada habitante.

La mayor parte del espectáculo se desarrolló bajo una intensa lluvia, pero los 250 artistas siguieron con el mismo entusiasmo del principio, dejando lo mejor de sí sobre el escenario. El guión y la dirección estuvieron a cargo de Laura Fuertes.

La Virgen de la Carrodilla dijo presente con una imagen en una pantalla, mientras una niña cantaba su himno en vivo e invitaba a los presentes a acompañarla.

El espectáculo buscó recordar las fincas que alguna vez albergó la Ciudad de Mendoza, pero celebrando su crecimiento y su presente.

Antes del show
Aunque la Plaza Independencia suele estar llena de mendocinos y turistas todos los sábados, la fiesta vendimial de ciudad hizo que costara poder encontrar un buen lugar para observar el espectáculo. Algunos, sabiendo cómo iba a ser todo, decidieron arribar muy temprano.

Luciana Castro (43) llegó junto con su familia a las 18, canasto en mano. "Traje sanguchitos de milanesas y galletas para los chicos", indicó. La espera valió la pena porque se aseguraron estar en la segunda fila del sector destinado al público en general.

El aire frío que se levantó cerca de las 22 encontró la resistencia de los ansiosos asistentes, que no se movieron. Muchos, precavidos, habían llevado abrigos. Otros, café o mate.

Un grupo de turistas de Córdoba se ubicó al final, donde consiguieron sillas suficientes para todos. "No sabíamos que estaba la fiesta, pero aprovechamos y nos quedamos a verla", relató José Hualpa (56).

Los puestos de artesanos le daban la bienvenida a los visitantes, que aprovecharon a recorrerlos mientras aguardaban el inicio del show. Además, el municipio había previsto un show previo, que mantuvo entretenida a la gente mientras esperaba.

Cuando se anunció el comienzo de la fiesta, el público ya había copado los espacios verdes con reposeras y mantas, porque las sillas ya se habían terminado.

Y se mantuvo allí a pesar de la intensa lluvia que cayó durante gran parte del espectáculo, aunque la mayoría no había llevado paraguas.

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