Estudiantes del ITU pueden aprender con una impresora 3D

El Instituto Tecnológico Universitario cuenta a partir de ahora con una herramienta fundamental para adaptarse a las nuevas tendencias en producción de partes.

Recibió una impresora 3D,  entregada por el sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor de la República Argentina (Smata). Los implicados aseguran que será de gran utilidad para que los alumnos puedan pasar al plano real lo que hasta ahora sólo podían diseñar digitalmente y ver en una pantalla.

Entre los 3 mil alumnos con que cuenta esta institución dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo, los principales beneficiarios serán unos 700 que cursan las carreras más afines. Se trata de Producción Industrial Automatizada, Instalaciones Industriales y Mantenimiento y Electricidad en Informática Industrial.

“Son carreras que necesitan de esta formación”, destacó Guillermo Cruz, director general del ITU.

Gracias a este recurso se podrá diseñar piezas de manera más rápida y precisa, mientras que los alumnos lo podrán tener entre sus manos. 
Explicaron que este tipo de productos se utiliza cuando no se requiere un alto grado de estandarizaciones, en lo que se conoce como series cortas, poca cantidad de un mismo elemento.

Así, puede ser de utilidad para obtener la pieza de un vehículo antiguo que ya no se fabrica o de modelos más nuevos que requieren partes importadas con dificultades en el ingreso al país, señaló Cruz. Se puede producir el objeto definitivo o un prototipo.

Además, muchos de los alumnos de estas carreras se insertan en fábricas de maquinaria para la agroindustria y la industria alimenticia, de las cuales hay varias en la provincia. Contar con este conocimiento los hará más competitivos.

Por eso, la idea es dictarles talleres gratuitos. Cruz contó que en el mundo ya hay muchos lugares que se dedican a este tipo de producción, cuando no hace falta mucha cantidad.

Precisión
El diseño digital, por ser tan preciso permite desarrollar mejor piezas pequeñas, porque la máquina interpreta y replica. Además permiten ser probadas y modificadas para ajustarse correctamente a las necesidades.

El coordinador de la carrera de Producción Industrial Automatizada, ingeniero José Biurriarena,  explicó: “Con lo que se tenía hasta ahora era más complejo (desarrollar una pieza) porque llevaba mucho tiempo. Se hacían tres o cuatro por año. Ahora podrán hacerlo en poco tiempo y en plástico”. El aparato es marca Replikat, de fabricación e insumos de industria nacional.

Detalló que el material que utiliza es un hilo de plástico del grosor del tubo de tinta de una birome que es fundido por la máquina para darle una nueva forma.

La utilidad por el momento será aplicable meramente al plano académico ya que no está pensado producir para la venta.

Para usarlo de esta manera el costo es exiguo ya que ronda los 20 pesos el kilo y se usan unos pocos gramos.

Si quisiera fabricarse una pieza para ser usada de manera permanente se puede cambiar este material por otro más resistente ya que existe uno que logra ser similar al acero.

Las impresoras fueron entregadas por Smata, que tiene convenios de colaboración con varias entidades académicas del país.

Según relató Daniel López, coordinador nacional de Formación Profesional del sindicato, presentaron un proyecto al Ministerio de Trabajo de la Nación, gracias al cual obtuvieron el financiamiento.

Esto en el marco de los planes de formación profesional que implementan con las 38 entidades con las que tiene acuerdos. Lograron entregar 6 impresoras, en Buenos Aires y CABA, mientras que fuera de ese territorio la única que llegó a otra provincia fue la del ITU.

“Es lo que se viene: la fabricación de impresiones 3D, que apunta a usar metales más duros y reducir el tiempo del proceso”, expresó. Sostuvo además que “es importante que se aprenda a producir piezas aún de plástico, los alumnos van a contar con una herramienta fundamental para el sector”.