Entrevista al diseñador Leo Peralta

Luego de un año en Barcelona, el diseñador mendocino regresó a la provincia con nuevas experiencias y ganas de crear lo que se viene.

Entrevista al diseñador Leo Peralta
Entrevista al diseñador Leo Peralta

Por Andrea Calderón

Creador de un universo psicodélico, persigue el contraste de texturas, la alegría de los colores y una estética armónica que propone a cada paso nuevos desafíos. Leo Peralta es el resultado una fuerza inspiradora que se nutre de viajes, lecturas, amigos y vivencias, pero también del descubrimiento de un mundo interno que ha hecho del tiempo un aliado evolutivo.

Luego de un año en Barcelona, el diseñador mendocino regresó a la provincia con nuevas experiencias y ganas de crear lo que se viene. El quehacer de este joven que dejó de ser una promesa para posicionarse como un autor de estéticas que trasciende las fronteras.

A cinco materias de su licenciatura en artes plásticas, Leo Peralta (30) dejó la carrera para crear la que sería, su primera colección de indumentaria. Desde entonces, las telas cubren cada temporada el atelier donde nacen las prendas con aura de este diseñador crecido en Villa Hipódromo, Godoy Cruz, ex alumno de una escuela religiosa, nieto de un abuelo pintor y dueño de un estilo único. “Mi refugio era dibujar y pintar”, dice sobre los años de aislamiento infanto-juvenil.

A los 19 años creó su primer vestido a pedido de una vecina que egresaba de la secundaria; a los 21 viajó a Manhattan para hacer unas pasantías en la firma era Wang, a donde regresaría más tarde y sumaría experiencia en un pequeño atelier de una diseñadora en cueros donde aprendió lo básico de moldería. De su mamá y sus abuelas obtuvo recomendaciones básicas y las máquinas de coser, mientras que en la facultad aprovechó cuanto pudo la oportunidad de utilizar los textiles como soporte. A prueba y ensayo aprendió el vestuarista de una adaptación local en teatro de “La Bella Durmiente” y responsable del diseño general de la Fiesta Nacional de la Vendimia 2009.

Después de una primera colección sofisticada y elegante, dio vida a una propuesta tropical y naranja seguida de “Camuflaje , “De fin del Mundo , “Bestiario”, “Hombre Pájaro Serpiente” -donde incorporó prendas para hombres-, “Idilio N° 8” y “Corazón en llamas”, lo último del autor de historias que relata a través del vestir. Desfiles en di tintas ciudades, participaciones en plataformas de lanzamiento como BAFWeek, publicaciones en revistas nacionales e internacionales marcan el crecimiento de quien anhela ir y venir a la provincia, para llevar y traer lo que tiene para dar. En agosto de 2013 partió junto a una amiga con destino a Barcelona con intenciones de vacacionar dos meses. Sin embargo las oportunidades que se le presentaron fueron suficientes para que el descanso no fuera tal y por el contrario trabajara durante casi un año, descubriera la magia de aquella ciudad y entendiera que hasta una santa apócrifa, pagana y sudamericana como la Difunta Correa, podría ser el despertar de una nueva estética: la suya.

- ¿Cómo viviste la experiencia de ese mundo nuevo en relación a tu carrera?

- Con la moda me pasó que al poco tiempo de estar allá generé muchos contactos. Me encontré con una actriz inglesa que yo había conocido acá hacía mucho, Hannah New, que justo necesitaba un vestido para una alfombra roja; además me compró otro –para mí uno de los más lindos y sexies de mi colección anterior- y me pidió que le diera una mano como estilista para un photo shooting, así que ese fue mi primer trabajo fotográfico y e tuvo re lindo. De ahí salió una publicación en la revista “Vanidades” de España; todo esto al mes de llegar, entonces pensé en quedarme un tiempo más.

- ¿Con qué te fuiste de Mendoza?

- En mi valija metí las prendas de mi última colección y tres o cuatro cosas para usar yo. Mi propósito era volverme sin nada de eso: vender, intercambiar o regalar. Así fue: me volví con una prenda y estuvo buenísimo. Me sentí muy libre en Barcelona, en el sentido de ser nuevo en una ciudad, tener cero prejuicios para empezar de cero y estar dispuesto a todo: a ir al evento que me invitaran y a conocer gente nueva. Al mismo tiempo me hice amigo de unos argentinos que viven allá y que tienen una tienda de cueros que se llama “Musa bajo el árbol”. Cuando vieron lo que hacía, les encantó y me invitaron a formar parte de la tienda y de cuanto evento tuvieron. Así fue como llegué al 080, el Fashion Week de Barcelona, donde vestí un maniquí con los complementos de Musa. No lo podía creer. Los tres o cuatro días que duró el evento fui a darlo todo y conocí a un montón de gente, entre ellos a los chicos de La Moda Channel, que me invitaron a hacer mi primer desfile en Barcelona a la semana siguiente.

"Quizás a mí me gusta ser border y estar al límite porque no me gustan los cánones preestablecidos".

- ¿Qué presentaste?

- Fueron cerca de 20 pasadas en el Teatro Principal, en La Rambla, y presenté la última colección que había hecho allá y una retrospectiva de todo lo que tenía. Antes de este desfile me llegó una invitación de la Cancillería Argentina y del Ayuntamiento de Galicia para participar de MICAtlántica (Mercado de las Industrias Culturales Atlánticas) y presentar mi colección en Santiago de Compostela. Yo ya había comprado algunas telas y también me pasó que en el segundo lugar donde viví en Barcelona, el chico de ahí tenía un taller de costura con máquinas industriales y me permitió usar todo. Hubo muchas personas que me tiraron buena onda. Yo por los eventos anteriores del MICA, sabía que se buscaba cierta impronta nacional. Así salió la idea de inspirarme en la Difunta Correa y surgió “Corazón en llamas”, que es el nombre de la colección.

- ¿Cuál es el concepto de "Corazón en llamas"?

- Surgió del acto de tener fe y creer, traducido en prendas inspiradas en el paisaje y el concepto de la Difunta, con materiales sintéticos, una estética muy kitsch y surrealista, que si uno va al santuario lo percibe en las ofrendas que le dejan. Me di cuenta entonces que lo que estaba haciendo era un acto de fe y de psicomagia.

- ¿Cuál es tu primer recuerdo vinculado a tu trabajo como diseñador?

- Tengo un recuerdo al que asocio con lo que me dedico ahora, que tiene que ver con la estética y que es el ritual de maquillaje de mi mamá. Recuerdo que desde muy chiquito miraba, de principio a fin, cada uno de los pasos.

"Se están haciendo cosas muy parecidas en distintos lugares y creo que se debe a que el mundo está contagiado de una energía que va para todos lados y a que la inspiración está en el aire".

- ¿Con qué intenciones te inscribiste en artes visuales en la universidad?

- En ese momento lo que más me interesaba era la pintura. Se me cruzó la idea de estudiar diseño de indumentaria, pero no existía la carrera en Mendoza, así que me metí en artes en la UNCuyo y me sirvió muchísimo. A veces siento que la ropa que hago en realidad es una excusa para abordar el mundo de la imagen. Me gusta explorar nuevas estéticas que hablen del mundo en el que uno vive, me gusta desvincular la estética de lo banal porque creo que es un reflejo de la sociedad y que los creadores de estética promulgamos mensajes. Tengo una mirada hacia la moda más sociológica y me gusta mucho lo que no está de moda.

- ¿Cuál es tu concepción de la moda?

- Creo que la moda en cierto punto habla de distinción y de pertenencia. De repente es un fenómeno que siempre se renueva y que mucho tiene que ver con el sistema capitalista en el que vivimos y que estimula al diseñador a presentar todo el tiempo cosas nuevas, lo cual tiene sus pro y sus contra.

- ¿Te considerás un artista?

- Creo que debería decir que sí (risas).

- ¿Por qué se caracteriza tu obra?

- Hay una búsqueda persistente en la combinación de texturas, tanto visuales como táctiles. Me gusta meter el dedo en la llaga y hacer algo que roza la línea de lo bizarro y lo kitsch. Quizás a mí me gusta ser border y estar al límite porque no me gustan los cánones preestablecidos. Me gusta vestir a cualquiera que le dé mucho la vida ponerse algo mío y me gusta vestir a la gente para cualquier evento. Yo sé que a veces hago cosas a las que no todo el mundo se anima pero sé que los que lo hacen se sienten felices. De un tiempo a esta parte digo que lo más importante en mis colecciones es el mensaje.

- ¿Qué diseñadores te gustan y suponen una influencia para vos?

- A grandes rasgos me gusta Miuccia Prada, Christopher Kane o Martín Margiela, aunque también rescato el trabajo de diseñadores como Alexander McQueen, Vivienne Westwood o Alexander Wang. Tengo una visión amplia y miro mucho. Trato de estar inmerso para no terminar, como se dice comúnmente, inventando el arroz con leche. Se están haciendo cosas muy parecidas en distintos lugares y creo que se debe a que el mundo está contagiado de una energía que va para todos lados y a que la inspiración está en el aire. Creo que hay que tomar el mundo de hoy como un gran museo de la post-posmodernidad, que es la época del collage donde supuestamente ya se inventó todo y está a tu disposición, por eso también hay cosas que se repiten. Cualquier cosa te puede inspirar. En mi caso una situación, una canción, la naturaleza, el cine y mis amigos artistas.

- ¿Qué se viene en tu próxima colección?

- Tengo una colección en el horno que se llama “Endorfin ”. Tengo ganas de hacer cosas que me hagan feliz y será una propuesta muy energética.

"Me gusta mucho lo que no está de moda".

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA