Entradera y abuso: el ADN dejó afuera al sospechoso

Ayer al mediodía la justicia estaba dando los pasos para concretar la libertad de Emanuel Cepeda (29), quien iba a seguir el camino de Linda G., su novia, una mujer de  30 años que recuperó la libertad el 14 de enero.

Cepeda sigue imputado por los delitos de abuso sexual con acceso carnal y tentativa de homicidio criminis causa (el autor del hecho le disparó al amigo de la víctima del abuso).

Ayer a las 10, la jueza Alejandra Mauricio iba a realizar una audiencia para expedirse sobre la prisión preventiva de Cepeda, pero la fiscal del caso, Claudia Ríos, no se hizo presente en el segundo piso de Tribunales porque no llegó a sus manos la citación correspondiente.

En la fallida audiencia, el abogado Carlos Moyano, defensor de Cepeda, presentó un hábeas corpus "oral",  y solicitó la libertad del imputado porque los plazos de la preventiva se agotaron, lo mismo que un control jurisdiccional que no se había resuelto.

Hacia el mediodía de ayer, la fiscal de Homicidios recibió un informe del Cuerpo Médico Forense sobre una muestra de ADN recogida en la escena del crimen: se comprobó que ese rastro no pertenece a Cepeda. 

Ante este panorama, la fiscal le dictó un recupero de libertad, luego de que se pagara una fianza de $ 80 mil. Lo mismo había pasado con la novia del imputado, quien debió pagar la misma suma para recuperar la libertad.

Luego de ser detenido, Cepeda fue reconocido como el agresor por una de las víctimas -el hombre herido- durante una rueda de reconocimiento. Pero la joven abusada aseguró que ese no era el hombre que la había agredido sexualmente. 

Luego, el 18 de enero, el padre de la chica se presentó en la fiscalía de Homicidios y declaró que su hija estaba totalmente segura de que Cepeda no era el hombre que la abusó.  Según la joven, ese hombre tenía el pelo muy corto, como si estuviera rapado. En cambio el detenido tiene una cresta.

Además, la edad tampoco coincide, Cepeda no tiene treinta y el autor del hecho tendría alrededor de 40 años. Para la joven el abusador es una persona de contextura musculosa, fornido; y el detenido no lo es.

Golpe violento

En la noche del  3 de enero pasado, un joven estaba ingresando a la casa de una amiga -en  Videla Castillo al 3000, en la Cuarta Sección de Ciudad- cuando fue abordado por un delincuente que se había bajado de una moto en ese momento.

Los tres entraron en la vivienda y el delincuente armado se dedicó a buscar objetos de valor.

Seleccionó dos notebook, un equipo de música y algo más de mil pesos en efectivo.

Luego obligó al joven a tirarse al piso y llevó a la chica a la lavandería de la casa, donde la agredió sexualmente.

La situación hizo reaccionar al joven, que quiso ayudar a la víctima, su amiga.

Un disparo en el pecho lo detuvo. Por suerte la bala, que entró por el pecho y salió por la espalda, no le dañó ningún órgano vital.

El delincuente salió de la casa y se subió a la moto, junto a la cual lo esperaba una mujer, a quien, según quedó registrado en los videos de una cámara de seguridad, no se le ve la cara pues nunca se sacó el casco.