En turismo ¿qué se hizo?

El tema turismo en San Rafael siempre ha dado “tela para cortar” y esta no es la excepción. Ya pedido el desayuno, al aire libre, como corresponde en las lindas mañanas sanrafaelinas, los periodistas nos preparamos para empezar los “concienzudos” análisis, que terminan en las nunca escuchadas sugerencias o ideas que de esas reuniones salen y, a veces, hasta llegan a los involucrados porque, sabemos, es muy difícil conservar un secreto cuando de la prensa se trata.

Empezamos a darnos cuenta de que ya casi estamos nuevamente en temporada estival alta y nuestra tierra se llena de visitantes que, muchas veces, vienen a disfrutar ni enterados de qué se trata.

¿Qué hay de nuevo?, fue la pregunta que picó en la mesa y empezó a rebotar.

Bueno, aseguró alguien. Este año tenemos solucionado el tema de los micros de gran porte para que no ingresen a los caminos peligrosos de los circuitos. ¿Se ha solucionado realmente? Un tema para investigar es si ya se ha aceitado el mecanismo para hacer cumplir esta norma. Al menos, reconocimos, se anunció con bombos y platillos.

La diversión nocturna para que los turistas no deban irse a dormir después de comer abundantemente en los muchos restaurantes que hay también es todo un tema en sí mismo, dijimos.

¿El teatro Roma o Centro Cultural estará abierto en verano? Todos coincidimos en que sería lógico que sí y que se transforme realmente en una alternativa de entretenimiento para cuando la gente  deambula por el microcentro sin más por hacer que bajar la comida.

El año pasado ya se permitió que algunos bares puedan presentar números en vivo que dan a la noche un marco alegre y entretenido. Los chicos adolescentes y jóvenes tienen sus lugares (con fuertes controles de alcoholemia) para divertirse, pero los más grandecitos se aburren cuando ya el paisaje ciudadano está agotado. Todos estamos seguros que estos lugares con música alegrarán  las noches sanrafaelinas este verano.

¿Y con la atención al turista en qué se ha avanzado? Aquí fueron muchos los interrogantes y pocas las respuestas. Por ejemplo, esto lo dije yo, sería bueno y productivo que dentro de esa conciencia turística que queremos generar, todos los organismos involucrados, directa o indirectamente, podrían ya armar un calendario para que los mozos y empleados de comercio accedan a cursos de conversación, por lo menos en inglés.

Aquí podrían unirse, y sigue todo en calidad de ejemplo, las cámaras de Turismo, la de Comercio, la Unión Empleados de Comercio, la Dirección de Turismo, alguna de las universidades o institutos educativos y el gremio gastronómico para ofrecer esta posibilidad a los empleados, y que sea gratuita y obligatoria.

Sería todo un objetivo para mejorar la atención. Ah, y agregué, y que se les recomiende a los mozos que el ¿sí? al final de cada frase o palabra queda muy mal... ¿sí?

A esta altura de la conversación ya muchos habíamos pagado la cuenta justamente al mozo que escuchaba entusiasmado. ¡Está bueno! dijo, mientras guardaba los billetes y entregaba las facturas que correspondía por cada consumo. Y nos fuimos con una agenda importante de temas.