Andrada y Enzo Pérez, mendocinos destacados

Los jugadores fueron figuras fundamentales para que sus respectivos equipos se clasificaran a las semifinales de la Copa Libertadores y aseguraron presencia provincial en la gran final.

El 21 de setiembre había fiesta en toda la provincia, pero no por ser el día de la Primavera. La realidad es que los futboleros mendocinos deberemos atesorar esa fecha. Es que mientras los hinchas de River festejaban la inédita goleada frente a Wilstermann (8-0) con el gran aporte del maipucino Enzo Pérez (ese al que su padre lo bautizó con ese nombre en homenaje a Francescoli, el mismo que resignó plata en España para jugar en el club de sus amores y que hizo un gol bien maradoniano dejando a todos en el camino y corriendo más de 80 metros con el balón) y Gonzalo "Pity" Martínez, la trasnoche nos tenía reservada otra actuación enorme de un hijo de esta tierra, Esteban Andrada. El arquero atajó dos penales (la especialidad de la casa) que sirvieron para dejar a San Lorenzo fuera de carrera.

Mendoza fue entonces protagonista en todas las crónicas deportivas de ayer. Y a más de mil kilómetros de distancia nosotros inflamos el pecho soñando con otro comprovinciano levantando el máximo torneo continental, la Copa Libertadores de América. Por ahora, sabemos que al menos uno estará en la final de esta temporada. Andrada va por su primer gran festejo, mientras que Enzo Pérez y el Pity Martínez ya saben lo que significa.

El Principito fue campeón con Estudiantes y Martínez con River, por eso forman parte del selecto grupo de once comprovincianos que tocaron el techo del continente. Los otros nueve fueron: Luis Artime, Darío Felman, Roque Avallay, Carlos Enrique Ortiz, Mario Hernán Videla, Daniel Morón, Ramiro Funes Mori, Neri Cardozo y Sebastián Torrico.

"Ahora que venga el que venga. Quiero disfrutar este momento, vine para esto. Lo venía por televisión, ahora lo vivo desde adentro. Estoy orgulloso por haber regresado y formar parte de esta familia", aseguró Enzo Pérez.

"Siempre estuvimos unidos. Estuvimos siempre mentalizados en que la serie la íbamos a dar vuelta. Tuvimos muchas situaciones claras. Las que no entraron allá, entraron todas acá. Nos aislamos de todo, nos metimos en la cabeza dar vuelta la serie y eso quedó demostrado. Fueron 45 minutos impresionantes, pusimos mucha gente arriba, en el medio estábamos bien parados. Las segundas pelotas eran de nosotros. Los primeros 15 minutos fueron importantes, hicimos la diferencia y se abrieron los espacios. En el segundo tiempo pudimos hacer un lindo fútbol. Estamos contentos por la clasificación".

Sobre su segundo tanto, en el que arrancó atrás de mitad de cancha, reveló que "habré corrido 60, 65 metros, tenía pase pero vi que se me abrieron los espacios y me metí”, y completó: “Es un orgullo cuando la gente te ovaciona, grita tu nombre. Se lo debo a mi familia, que están en las buenas y en las malas”.

Andrada, por su parte, aseguró que “casi no pude dormir. Este grupo no se da por vencido. El mérito es de todos, pese a todo lo que se decía sentíamos que podíamos revertir el 2-0 con el que San Lorenzo nos ganó en el primer partido”.

“Me gusta jugar con los pies porque de chico era delantero. Mi padre -Mario Guillermo Andrada- me hizo arquero. Mi hermano mayor -Gabriel- jugaba al fútbol en las inferiores de San Martín, de Mendoza, donde yo también me inicié. Y durante los partidos, para entretenerme, mi papá me llevaba atrás de un arco y me pateaba unos tiros para que yo atajara", recuerda siempre Andrada, quien en el 2011 estuvo a punto de irse a jugar al Barcelona, pero Lanús no aceptó los 4 millones de dólares que le ofrecían y todo volvió a fojas cero.

Tuvo que arrancar de nuevo. Quedó como tercer arquero y hasta tuvo que aceptar un préstamo a Arsenal para tratar de recuperar la confianza.

Ya de vuelta en el Granate, donde llegó porque Banfield no quiso pagarle a San Martín su pase cuando se fue de Mendoza a probar suerte a la Capital, se fue consolidando.

Atajó un penal contra Independiente para dejar al rojo sin la Copa y hasta brilló en el 3 a 0 con el que Lanús le ganó la Supercopa a River en el comienzo de la temporada. Justo el mismo rival al que van a enfrentar ahora y con el que ha quedado una gran rivalidad. Al menos así lo dijo el otro mendocino en cuestión: el Pity Martínez.

“Quedó mucha bronca con ellos después de perder la Supercopa. Es un rival duro, espero que esta vez nos toque a nosotros", dijo el guaymallino en conferencia de prensa. Ese choque tendrá a los mendocinos "neutrales" con el corazón partido, pero con el orgullo por las nubes de saber que seguimos sacando cracks y que un nuevo retoño seguirá creciendo en busca de alcanzar el cielo.

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