En el arma sólo había ADN del fiscal: resurge el suicidio

La fiscal Viviana Fein publicó ayer el quinto comunicado de su investigación sobre la muerte de Alberto Nisman. La información aún dista de ser concluyente respecto de establecer las circunstancias del trágico final del fiscal que estaba a cargo de la causa AMIA.

Sin embargo, los nuevos detalles aportados por Fein van en la misma dirección que el primer informe brindado el día después de que Nisman fuera hallado muerto en el baño de su casa, con una bala en la cabeza: el suicidio pareciera ser, por ahora, la hipótesis más probable que surge de las actuaciones de la fiscal.

“Lo que se puede informar de modo categórico del resultado de laboratorio químico practicado para el cotejo de ADN sobre el material solicitado por la fiscalía y secuestrado en el curso del procedimiento realizado el 19 de enero, es lo siguiente: en remera, short, pistola, cargador, cartuchos y vainas se halló un mismo perfil genético que coincide con el de la muestra referida como indubitable del occiso”, afirmó Fein en su quinto comunicado.

Es decir, en el primerísimo plano de la escena, sólo se encontró el perfil genético de Alberto Nisman. Esta conclusión remite al primer comunicado de la fiscal Fein en el que se decía que “el decano de la morgue judicial comunicó que en la muerte de Nisman no hubo intervención de terceras personas”.

La hipótesis del suicidio, paradójicamente, no figura entre los escenarios que maneja el Gobierno luego de su cambio de postura (asentado en la tesis de que la muerte de Nisman es parte de una conspiración destituyente), ni tampoco refleja el pensamiento que domina en el entorno del fiscal muerto, de la oposición política y hasta de la opinión pública, según revelan distintas encuestas.

Días atrás, la fiscal aclaró que no podía precisar por ahora si se trató o no de un suicidio.

En su comunicado de ayer, Fein ocupa un párrafo en hacer una aclaración: dice que “a través de su función e investigación en modo alguno pretende distorsionar o desacreditar las versiones que pudieran dar terceras personas”. Fein también pide “con todo respeto, que sus dichos no sean manipulados ni utilizado por ningún sector político”.

Volviendo a la investigación, la fiscal dice también que las pericias realizadas en la torre Le Parc, el edificio de Puerto Madero en el que vivía Nisman, establecieron que las escaleras de emergencia no cuentan con cámaras de seguridad y que las del ascensor de servicio no estarían en funcionamiento. El relevamiento de las cámaras, se informó, fue realizado por efectivos de la Dirección de Operaciones Técnicas Especiales de la Policía Federal.

De todos modos, se esperan aún resultados sobre el resto de las cámaras de seguridad de la torre Le Parc. Los investigadores entienden que allí podría haber imágenes que corroboren o no la declaración aportada por Diego Lagomarsino, el técnico informático que declaró haber ido dos veces al departamento de Nisman, la segunda de ellas para entregarle la pistola Bersa calibre 22, arma de la que habría salido la bala que mató al fiscal.

Del cotejo de imágenes y dichos por Lagomarsino, se agregarán los apuntes realizados en el libro de entrada y salida del edificio. Lagomarsino integra la Unidad Fiscal AMIA en carácter de especialista en informática, y se considera una pieza clave en la investigación por haber confesado que prestó su arma a Nisman a pedido del fiscal.

En los próximos días comenzarían a peritarse los teléfonos del fiscal Nisman. Aún no se sabe con quién o quiénes se comunicó en los últimos días. Sólo Lagomarsino dice haber recibido el sábado 17 de enero dos llamados del fiscal. Los peritajes de “los aparatos de telecomunicaciones secuestrados” empezarán cuando las partes hayan propuesto sus propios peritos. Por ahora, la causa sólo admitió como parte a la ex esposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado.