En Bolivia, los relojes ahora girarán a la izquierda para “descolonizar”

El presidente Evo Morales dispuso cambiar el sentido de giro de las agujas del reloj del Congreso. Y quiere sumar los de otras instituciones. Indignación en la oposición.

En Bolivia, los relojes ahora girarán a la izquierda para “descolonizar”
En Bolivia, los relojes ahora girarán a la izquierda para “descolonizar”

La reciente idea del presidente Evo Morales de hacer girar al revés el reloj más emblemático de Bolivia desató críticas y burlas, y amenaza con profundizar la confrontación entre bolivianos.

El enorme reloj que corona la cúpula de la Asamblea Legislativa en La Paz, de arquitectura neoclásica, ya no lleva números romanos sino arábigos y gira en sentido inverso en señal de “descolonización'”.

La hora no ha sido modificada pero el cambio en el reloj del palacio legislativo ha sido calificado de atentado al patrimonio histórico por la alcaldía de La Paz, gobernada por la oposición.

“Ningún elemento puede ser modificado o sustituido de forma independiente o respondiendo a criterios coyunturales'”, dijo la directora de Patrimonio, Ximena Pacheco.

El nuevo reloj luce en una cúpula recubierta de bronce y reemplazó un reloj con sistema de numeración romana, que era el principal adorno del edificio de arquitectura clásica inaugurado en 1905.

El vicepresidente Álvaro García Linera no descartó la posibilidad de que todos los relojes de instituciones públicas sean modificados. Pero las autoridades municipales ya anticiparon su rechazo.

García Linera contó que en una reunión de gabinete al aire libre, el canciller David Choquehuanca clavó un palo en el piso y demostró que la sombra del sol en el Hemisferio Sur gira a la izquierda.

Por siglos las cosas han sido vistas con la mentalidad del norte, así que el cambio en el reloj “ayuda a mostrar de una manera diferente, abriendo la mente, y la medida puede ser asumida desde ángulos astronómicos y filosóficos'”, dijo.

“Nuestro norte es el sur por eso se llama ahora ‘reloj del sur’ en una clara expresión de descolonización que sustentan los pueblos'” de Latinoamérica, justificó el presidente de la Cámara de Diputados, el oficialista Marcelo Elío.

Ahora el gobierno “quiere cambiar las leyes universales del tiempo como pretendieron los jacobinos en la Revolución Francesa con el calendario gregoriano'”, comentó la diputada opositora Norma Piérola.

Es una señal de que “las cosas van marcha atrás”, argumentó por su parte el líder de la oposición centroderechista Samuel Doria Medina, principal contendiente de Morales para las elecciones de octubre en las que el mandatario busca su segunda reelección.

La ministra de Comunicación Amanda Dávila dijo en su cuenta de Twitter que el gobierno “obsequió a los líderes del G77 un reloj del Tiempo del Sur que ahora marcha al revés” en la reciente cumbre del bloque celebrada en Bolivia (ver aparte).

Es la visión del mundo andino “llevada al ridículo para sacar rédito político'”, contestó el ex vicepresidente Víctor Hugo Cárdenas, aymara como Morales.

Cuando los indígenas aymaras se reúnen lo hacen en círculo y saludan en sentido contrario a las agujas del reloj, “pero no tiene ninguna relación con el tiempo y peor por interés político'”, acotó.

Morales impulsa reformas “descolonizadoras” y de rescate cultural pero ha sido criticado por usar la cultura con fines políticos. Reformó la currícula educativa, dio a las creencias andinas la misma categoría que al catolicismo -la fe mayoritaria de los bolivianos- y declaró a la coca patrimonio cultural.

Pero organizaciones indígenas de la Amazonia han cuestionado el énfasis en la cultura andina -aymaras y quechuas- cuando la constitución aprobada por Morales reconoce 36 pueblos indígenas, la mayoría en el oriente.

El gobernante declaró fiesta nacional el Año Nuevo Aymara que comienza el 21 de junio y coincide con el solsticio de invierno en el Hemisferio Sur y ha querido estrenar su reloj en esa fecha que, según la tradición andina, es el inicio de un nuevo ciclo en el tiempo y en el calendario agrícola del altiplano.

Choquehuanca es aymara como Morales y es ideólogo de este rescate. En una ocasión se autocalificó aprendiz de amauta, un sabio aymara. El propio García Linera, que es mestizo, contrajo nupcias hace dos años en un ritual aymara cuando no es costumbre en Bolivia casarse de esa manera.

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