Emprendedor, instaló un cine 9D en Reñaca

Vive en Talca pero este verano decidió abrir un negocio de entretenimiento en la ciudad turística junto a dos socios.

Subirse a una montaña rusa con pronunciadas curvas, esquivar por centímetros moscas voladoras gigantes, recorrer una pirámide por dentro y hasta ser comido por un perro son sólo algunas de las sensaciones que ofrece Virtual Fun, un cine 9D que instaló un mendocino (junto a dos socios más de nuestra provincia) en Reñaca, Chile.

Se trata de un simulador que tiene capacidad para nueve personas. Allí se proyectan cortometrajes en 3D, de aproximadamente cinco minutos de duración, que incluyen efectos de nieve, fuego, lluvia, relámpagos, burbujas, viento, humo y vibración de butacas.

Ubicado en Angamos y Condell, en pleno centro de la ciudad costera, el cine es atendido por Adrián Cornette, dueño del equipo junto a sus socios Alberto Giménez y Hernán Jurado, quienes viajan todos los fines de semana. Los tres son oriundos de Rivadavia y hace dos años decidieron emprender juntos. Para poder comprar el equipamiento Adrián tuvo que establecerse en Chile.

“Me contacté con gente de China y como en Argentina nos era imposible importarlo me vine para acá”, explicó. En el vecino país el hombre no tuvo problema en cumplir los trámites para traerlo. “La verdad es que en todo momento nos abrieron las puertas, acá se hace mucho más fácil abrir una empresa y manejarla”, señaló.

El 1 de enero el simulador llegó a Reñaca para entretener a chicos y grandes en sus vacaciones. “Quisimos que nuestra primera experiencia fuera durante la temporada porque acá vienen muchos mendocinos”, comentó el emprendedor. Allí abren todos los días de 11 a 14 y de 18 a 00. “Son los horarios en los que la gente no está en la playa y cuando hay días nublados vienen muchos más”, agregó Adrián.

Un mundo de fantasía

Una pantalla ubicada en la parte exterior del cine permite observar las expresiones de quienes disfrutan la experiencia. Allí sobresale la cara de sorpresa y satisfacción de los más chicos que deciden ingresar en el mundo de fantasía.

“Me gustó mucho, aunque me asusté en una parte en la que un ojo se me venía muy cerca”, contó Tomás (5) cuando salió del simulador junto a su hermana Sol (8) y a su tía Cecilia Romero, todos de Mendoza. “Sus papás no se animaban a subirse y como son muy chicos los acompañé yo”, relató la mujer. “Estamos alojados a la vuelta así que todos los días lo veíamos y no quisimos dejar de venir”, añadió.

El público chileno también se animó a disfrutar de la nueva propuesta. “Tuvimos un experiencia muy buena porque todo parece muy real”, comentaron los hermanos Pamela (12), Mario (7) y Rodrigo (6) Navarrete, de Santa Cruz, Chile. Ellos ya habían visto una propuesta similar cuando fueron a Brasil por lo cual no dudaron en repetirla.

Por el momento han pasado por el cine unas 200 personas entre chicos y grandes. “De acuerdo a la edad y a los intereses les ponemos distintas películas: tenemos 70 variedades de terror, ciencia ficción, de desastre, de carreras, entre otras”, enumeró. Lo que pretenden con esta novedosa propuesta es entretener a toda la familia.

“Está buenísimo cuando se suben todos los miembros de una familia juntos porque comparten una experiencia única”, destacó el rivadaviense. Para promover el cine reparte folletos en la playa y ha contratado espacios publicitarios en la radio y en la televisión chilena.

“Además ahora tenemos una promoción de dos películas por $ 3.000 chilenos por persona”, comentó, lo que serían poco más de $ 70 argentinos.

Una vez que termine la temporada de verano en la costa chilena el mendocino tiene planeado transportar el cine hacia nuestro país. “En Argentina nos dan permiso para llevarlo temporalmente por lo que tenemos pensado recorrer el país”, señaló Adrián.

El primer destino será Mendoza, luego seguirán por las otras provincias de Cuyo y más tarde por el norte argentino. “La idea es planear un tour para recorrer la mayor parte de lugares donde no se conoce esta innovación”, precisó.

Antes de radicarse en Chile, Adrián trabajó por diez años como empleado en una empresa de logística de la construcción en la Zona Este.

“Viajaba mucho así que un día me cansé y decidí tener mi propio emprendimiento”, recordó. Gracias a un amigo que conoce la industria del cine se enteró de la posibilidad de traer un cine 9D. Si bien por estos días vive en Reñaca, el resto del año está establecido en Talca, en el sur del país transandino. “Los chilenos tienen una cultura diferente a la nuestra, pero con el tiempo me he ido adaptando, siempre me trataron muy bien”, aseguró.

En el futuro, junto a sus socios tienen pensado importar cabinas fotográficas y simuladores de aviones de 360 grados. “Queremos apostar a la industria del entretenimiento e ir sumando nuevas posibilidades para la diversión”, expuso convencido.

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