El sulfitado con los precios más bajos desde 2013

Probablemente 2015 sea recordado como otro mal año para la industria del jugo concentrado de uva. Es que a menos de dos meses para terminar el año, los precios del sulfitado no lograron mejorar y marcaron los promedios mensuales más bajos desde 2013. Desde el sector aseguran que se debe a los bajos precios internacionales. No obstante, hay expectativa sobre los posibles cambios que prometen introducir para las economías regionales los candidatos a presidente.

Así las cosas, datos del Observatorio Vitivinícola Argentino indican que mientras en 2013, traccionado por un precio histórico de la tonelada de concentrado en el exterior, el valor pagado por el mosto sulfitado de contado en el mercado de traslado se acercaba en promedio a los $ 2,39 en enero, este año en enero se pagó $ 1,47 y en octubre bajó hasta $ 1,39.

En tanto, para las operaciones financiadas la performance en octubre de este año fue de $ 1,43 el litro promedio. Prácticamente el precio de este producto perdió $ 1 por litro en dos años, sin tener en cuenta lo perdido por inflación. Otro problema para los vapuleados productores vitivinícolas.

“Con estos precios el productor está en rojo”, dijo el gerente de la Cámara de Exportadores de Mosto, Sergio Colombo.

El dirigente saca la cuenta y aclara: “Si tenés en consideración que en el financiado el litro de sulfitado se paga $ 1,50, estamos hablando de un kilo de uva que se paga $ 1 con ese precio; por más eficiente que seas, no te cierran los números”.

Para Colombo la situación internacional del mosto, con un precio promedio la tonelada que rondaría los 800 dólares, tampoco sería negocio para los exportadores, que prácticamente se encuentran al límite con sus transacciones.

Por su parte, Marcelo Boccardo, vicepresidente de la Cámara de Exportadores de Mosto, se mostró preocupado de cara a la próxima temporada. En este sentido, también destacó que las condiciones climáticas serán lo que determinará, entre otras cosas, los precios para la próxima cosecha.

“Con tanta lluvia vamos a tener que esperar para ver cómo viene la próxima temporada. Las expectativas de precio para la uva dependerán mucho de lo que suceda de aquí a la cosecha. No obstante, si uno analiza el mercado internacional, los clientes están y necesitan mosto, por lo que la situación podría mejorar”, agregó.

Aquellos viejos tiempos

Entre 2012 y 2013 el negocio del mosto, que durante años había sido marginal, comenzó a efervescer y traccionó el precio de las criollas. Sólo basta con revisar los números de esos  años, cuando el negocio parecía ser redondo.

En 2013 las exportaciones de mostos generaron negocios por 227 millones de dólares con un precio promedio 10,3% por encima de lo registrado en 2012. Sin embargo, la bonanza duró poco. En 2014 las ventas al exterior sólo reportaron ingresos por 158 millones de dólares, 30% menos que el año anterior, y el precio se desplomó 24,8%.

En 2015 la situación terminó por desvanecerse. Datos de Caucasia Wine Thinking muestran que para el acumulado enero-setiembre de 2015 el precio promedio bajó 30,4% y en valor se han comercializado 89 millones de dólares; no obstante, el volumen ha tenido un aumento de 3,7%.

“Estimamos que el volumen de exportación es exactamente igual al del año pasado, quizás incluso podamos colocar un poco más. A setiembre teníamos exportadas unas 90 mil toneladas y el año lo vamos a cerrar en 130 mil toneladas, según nuestros datos. Estamos hablando de un aumento de 10% en volumen, no así en precio, ya que la tonelada se ha estabilizado en los 800 dólares”, dijo Colombo.

Para el empresario Gustavo Jury, la situación es complicada. “Comparar los precios históricos que ha tenido el mosto con lo que se pagó en 2012 - 2013 resulta ilógico porque no es un valor que pueda ser convalidado. Ahora lo que sí hay que tener en cuenta es que la política económica no nos ha ayudado para poder seguir exportando”.

En este sentido, Jury sostuvo que con una devaluación anual del 10% como la que se viene dando, aumentos de la mano de obra que rondan el 30% y costos generales que van al ritmo de la inflación, es muy difícil competir.

Cambio de gobierno, la clave

Si bien nadie se anima a vaticinar cuál podrá ser el resultado domingo, en esta industria muchos están a la espera de un cambio en la dirección económica del país, principalmente teniendo en cuenta los anuncios por parte de los dos candidatos de supresión de las retenciones a las economías regionales.

Desde San Juan, Jorge Ribes, de la empresa MostoMat, sostuvo: “Cualquiera de los dos candidatos ha expresado que mejorará las condiciones para las economías regionales. Por lo tanto, hay expectativa de que exista un cambio de conducción económica que permita el desarrollo de esta actividad; creo que tenemos muchas oportunidades. Hemos llegado a exportar mosto a 44 países, hoy lo hacemos a 34 países; creo que se puede reconquistar mercados perdidos”.

En este mismo sentido se expresó Boccardo, quien aseguró: “Creo que hay que esperar hasta el domingo, cuando se defina la elección, para ver cuál será el escenario económico de Argentina. Recién entonces vamos a poder tener una idea clara de qué es lo que podemos esperar para la próxima temporada”.

Datos de la industria

El destino del jugo concentrado de uva es la industria de jugos y bebidas que contienen jugo.

En 2014 Argentina exportó 119 mil toneladas de jugo de uva concentrado. Este año se estima llegar a las 130 mil toneladas. Hasta setiembre, último dato disponible, se han comercializado 90 mil toneladas.

Los mercados de destino del mosto argentino son: Estados Unidos (44%), Japón (25%), Sudáfrica (9,8%), Canadá (9,3%), Turquía (2,9%).

Estados Unidos es el principal comprador de jugo concentrado de uva del mundo. Este es el mercado más importante para Argentina.

El principal competidor de los mostos argentinos en EEUU es el propio jugo de uva blanco californiano. La industria del JCU blanco en Estados Unidos se concentra en California (especialmente en el Valle de San Joaquín).

El jugo concentrado de manzana, de origen chino, es uno de los principales sustitutos del mosto argentino; por lo tanto, su precio está también supeditado a las variaciones que muestre este otro producto.