El robot que se posó sobre un cometa no responde las señales de la sonda Rosetta

El Centro Aeroespacial Alemán (DLR) informó hoy que Philae, el módulo que aterrizó en noviembre pasado sobre un cometa, no respondió a las señales que la sonda Rosetta le envió durante ocho días.

“Tal vez todavía hace demasiado frío para que Philae se despierte sobre el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko. Quizás todavía no tiene recursos energéticos suficientes como para enviar una señal" al centro de control, explicó el DLR, responsable del módulo, en declaraciones citadas por la agencia EFE.

Philae fue enviado en la misión de la Agencia Espacial Europea (ESA) y, tras posarse sobre el cometa el 12 de noviembre -después de tres aterrizajes y dos rebotes-, no cayó en el punto programado y quedó en una zona oscura y rocosa.

El módulo no tiene la luz necesaria para cargar las baterías y trabajar de forma autónoma, motivo por el cual entró en hibernación 57 horas después del aterrizaje, y el pasado 12 de marzo Rosetta comenzó a enviarle señales para comprobar si se había “despertado”.

"Ha sido un intento muy temprano; repetiremos el proceso hasta que recibamos una respuesta de Philae", afirmó Stephan Ulamec, director de proyectos del DLR. A las 04.00 GMT de hoy (01.00 de Argentina) se apagó la unidad de comunicaciones de Rosetta y el Centro Aeroespacial Alemán evalúa cuándo se producirá el siguiente alineamiento favorable entre la sonda y el módulo para volver a enviar señales, que estiman ocurrirá en la primera mitad de abril.

Sobre la superficie del cometa, Philae operó de forma continua durante 54 horas, sus diez instrumentos entraron en funcionamiento y envió datos a la Tierra antes de hibernar.

Para que vuelva a encenderse, el interior del módulo debe superar los 45 grados celsius bajo cero y ser capaz de generar al menos 5,5 watts a partir de sus paneles solares, aunque para enviar señales a la Tierra necesitará llegar a los 19 watts.

Los ingenieros del Centro Aeroespacial descartaron que pudiera haberse calentado en enero y en febrero, pero consideraron que en marzo había una primera posibilidad al situarse el cometa a unos 300 millones de kilómetros del Sol y recibir el doble de radiación que en noviembre.