La estación espacial de Malargüe, clave para el hito del aterrizaje de Philae en un cometa

La información del módulo de investigación de Rosetta llega a Mendoza, Australia y España. Científicos locales son parte del proyecto.

La estación espacial de Malargüe, clave para el hito del aterrizaje de Philae en un cometa
La estación espacial de Malargüe, clave para el hito del aterrizaje de Philae en un cometa

El hito histórico del aterrizaje del robot Philae sobre un cometa tiene un aporte argentino: la Estación Espacial de Malargüe es una de las tres de la Agencia Espacial Europea para monitorear la misión.

“Es como si pusiéramos a un Fórmula 1 en el espacio: nosotros somos los mecánicos”, dijo en una nota en diario Clarín el ingeniero electrónico Diego Pazos, gerente de operaciones y mantenimiento de la estación. Las otras dos estaciones terrenas de la ESA están en Cebreros, España, y en New Norcia, Australia.

Según explicó Pazos, la comunicación entre la sonda Rosetta y la Tierra se hace a través de la estación en Mendoza.

La antena de Mendoza quedó inaugurada en 2012, lo que logró establecer la última pata para la cobertura circunferencial para sondas de estudio del espacio lejano como Rosetta.

La inversión del conglomerado de agencias de Europa para esta antena fue de más de 40 millones de euros.

La "Deep Space Antenna 3 o DSA 3" envía y recibe comandos y datos de misiones espaciales como la Rosetta, Mars Express, Venus Express,Herschel, Planck, Gaia, BepiColombo, ExoMars, Solar Orbiter y Juice.

Las primeras señales de prueba fueron recibidas en junio de 2012 desde la sonda espacial Mars Express que orbita el planeta rojo, a una distancia de 193 millones de kilómetros.

La antena, de 35 metros de diámetro y 45 de alto, también sirve para los socios internacionales de la ESA, como la NASA, JAXA (Japón) y por la Comisión de Actividades Espaciales de Argentina (CONAE). Malargüe fue elegida entre decenas de localidades de Sudamérica por su clima y por situarse a 1500 metros de altura por sobre el nivel del mar.

Philae ya manda información

Posado sobre un cometa a más de 510 millones de kilómetros de la Tierra, Philae genera energía con sus paneles solares y está enviando información desde el cuerpo celeste hacia las tres estaciones: la de Mendoza, la de España y la de Australia.

Philae "funciona bien" aunque al parecer está "sobre una pendiente muy inclinada" y "rodeado de acantilados", indicó hilippe Gaudon, jefe del proyecto Rosetta del Centro Nacional de Estudios Espaciales de Toulouse (sur de Francia).

"Su batería funciona bien y le suministra energía", dijo el responsable. "Pero las fotos que envía parecen indicar que se encuentra sobre una pendiente muy inclinada".

Por primera vez en la historia de la conquista espacial, el módulo de investigación de la sonda Europea Rosetta logró posarse el miércoles sobre la superficie de un cometa, el 67P/Churyumov-Gerasimenko.

Desde el 6 de agosto y tras más de diez años de viaje interplanetario de 6.500 millones de kilómetros, la sonda no tripulada europea Rosetta se desplaza a escasas decenas de kilómetros junto al cometa, escoltando al cuerpo celeste en su desplazamiento a medida que se aproxima al Sol.

Repleto de instrumentos de observación, el robot de exploración Philae carece de sistema de desplazamiento autónomo, tiene el tamaño aproximado de un frigorífico y pesa unos 100 kilos.

"Philae pasó la noche sobre el cometa y tenemos tres buenas noticias: la primera es que está posado sobre el núcleo del cometa. La segunda, es que recibe energía: sus paneles solares están encendidos y le permiten encarar el futuro. Y la tercera, es que estamos en contacto permanente con Philae, ya que el robot emite y envía informaciones a Rosetta y luego la sonda, que está en órbita alrededor del cometa, las transmite" a la Tierra, dijo Jean-Yves Le Gall, presidente del Centro Nacional de Estudios Espaciales (CNES) de Francia.

Primeras fotos

En cuanto al núcleo del cometa, "todas las teorías" decían que era una "bola de nieve sucia, más bien compacta". Ahora los científicos saben que se trata de una superficie "totalmente accidentada".

"Allí donde esperábamos una superficie blanda, encontramos hielo" duro, agregó Le Gall.

Philae dispone de seis cámaras y tomó fotos en distintas direcciones, pero los científicos no recibieron las fotografías panorámicas que esperaban del cometa. En una de ellas se ve el cielo, en otra el suelo, en otra una especie de acantilado.

Según los responsables espaciales, el robot se encontraría a cierta distancia del lugar previsto inicialmente. "Nuestra prioridad por ahora es seguir haciendo análisis científicos, sin mover nada", dijo Gaudon.

Los cometas son agregados de polvo y hielo primordial, escombros restantes del proceso de formación del Sistema Solar ocurrido hace 4.600 millones de años.

Por eso Philae intentará analizar directamente con sus instrumentos el núcleo del cometa y descifrar las claves para comprender cómo los planetas se formaron alrededor del Sol.

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