El presidente de Polonia admite derrota frente a la derecha

El presidente de Polonia Bronislaw Komorowski admitió el domingo su derrota en las elecciones presidenciales, luego que un sondeo a boca de urna lo coloca detrás de Andrzej Duda, un candidato derechista previamente poco conocido.

Si el sondeo es confirmado por los resultados oficiales, que se esperan hoy, eso marcaría un fuerte revés para el partido gobernante Plataforma Cívica antes de las importantes elecciones parlamentarias este año. Ese partido pro Europa y pro mercado ha supervisado un crecimiento económico sin precedentes durante sus ocho años en el poder, pero ahora se ve castigado por desilusión de los votantes.

Muchos polacos dijeron que estaban hastiados de los escándalos de corrupción que involucraron a miembros del gobierno y con el hecho de que el crecimiento no ha beneficiado a muchos ciudadanos comunes.

Duda, de 43 años, pertenece al partido Ley y Justicia del ex primer ministro Jaroslaw Kaczynski, un partido derechista que mezcla valores nacionales tradicionales como el catolicismo con llamados a un papel más fuerte del estado en la economía.

El partido controló el gobierno del 2005 al 2007 y la presidencia desde el 2005 hasta el 2010, hasta que el Lech Kaczynski, hermano mellizo del líder del partido, murió en un accidente de aviación en Rusia.

En la campaña, Duda, un abogado y miembro del Parlamento Europeo que previamente era poco conocido en Polonia, llamó a reducir la edad de jubilación. Dijo además que quiere que Polonia recupere el control de sus bancos, dos terceras partes de los cuales son extranjeros.

El sondeo a boca de urna señaló que 53% de los votos en la última ronda el domingo fueron para Duda y 47% para Komorowski. Fue realizado por Ipsos y reportado por la televisora pública TVN. Tiene un margen de error de más o menos 2 puntos de porcentaje.

“Felicito a mi competidor Andrzej Duda y le deseo una exitosa presidencia”, dijo Komorowski.

El ánimo era jubiloso en la reunión de la noche electoral del Ley y Justicia, ante la que parece haber sido la primera victoria significativa del partido en casi una década.