El matrimonio secreto: una ópera cómica y desafiante

El Opera Studio que dirige Verónica Cangemi presenta una de las óperas bufas más célebres: una sátira social llena de color y de enredos con una partitura vocal más que exigente.

Arias, dúos, tercetos, cuartetos... en "Il matrimonio segreto" (hoy y el domingo, en la Nave Universitaria) hay mucho: es una de esas óperas frescas, llenas de melodías seductoras y de situaciones que, justamente de tan inverosímiles, nos desarman de risa.

No es de extrañar que, para una tercera producción operística, el Opera Studio de la UNCuyo se fije como meta una de las óperas bufas más famosas de todos los tiempos, compuesta por un contemporáneo de Mozart: Domenico Cimarosa.

Es que sí, el organismo de extensión que dirige Verónica Cangemi ya pasó su segundo año de vida, con trabajo parejo y sostenido en el tiempo: lo vemos saludable. Es, ya nos lo ha mostrado, una plataforma de perfeccionamiento y de acción para los cantantes, porque “el artista necesita hacerse en escena”, nos remarca la soprano.

El Opera Studio ya nos ofreció otras producciones: el primer acto de “La Doriclea” (Alessandro Stradella) y “La serva padrona” (Giovanni Battista Pergolesi), aunque ahora el salto es importante, porque “Il matrimonio segreto” es una ópera en dos actos, mucho más larga y con una orquesta más nutrida.

“Además quería ir integrando ya los organismos de la universidad”, agrega Cangemi, haciendo referencia a la concertación de Rodolfo Saglimbeni al frente de la Orquesta Sinfónica de la UNCuyo y al convenio que hizo para que esté a cargo de la régie Lizzie Waisse, quien es maestra titular de técnicas de actuación y práctica escénica en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón.

El reparto está formado por Mariel Santos (en el rol de Carolina), Rodrigo Olmedo (Paolino), Julieta Caparotta (Elisetta), Andrea Vaia (Fidalma), Bruno Sciaini (Don Gerónimo) y Tato Caparotta (Conde Robinson). En tanto como figurantes actúan Franco Meschini, Fernando Rodríguez Cartón, Eliana López y Julia María Ibáñez Caminos.

“Siempre de una ópera a la otra hay un salto estilístico: Con Cimarosa, en relación a Stradella, hay una diferencia, porque es pasar del mundo del barroco al clasicismo. Entonces vocalmente también es diferente y supone un compromiso mayor para el cantante”, nos explica Cangemi.

-¿Cuáles son los desafíos musicales en esta nueva puesta?

-Para el cantante, habituarse a la orquesta, que tiene muchos más instrumentos; además la técnica vocal tiene que tener más solidez para hacer este tipo de obras, que son más largas.

Agrega también que todos los años se hacen audiciones para ingresar al organismo, que da también un sueldo a los artistas seleccionados, algo que los estimula y compromete en el estudio.

Ya para el año que viene, el proyecto más fuerte del Opera Studio tiene que ver con algo didáctico: la idea es presentar “La flauta mágica” (de Mozart) en alemán más traducción al español, apuntando específicamente a los más chicos.

La producción se sostendrá los fines de semana, abriéndola a las escuelas. Si algo dejó “La Traviata”, en junio pasado, es la certeza de que aquí hay mucho público ávido de producciones líricas.

Entre fugas, arreglos y secretos...

Las convenciones sociales pueden variar tanto en la historia que, al ojo actual, algunas pueden parecernos verdaderamente ridículas: el pago de una dote, el uso de los hijos para ascender a la nobleza, la grandilocuencia burguesa y el esnobismo de tener que saber hablar “francés, inglés, alemán”.

El argumento de “El matrimonio secreto” nos presenta a una pareja de enamorados, Paolino y Carolina, quien es hija de Don Gerónimo, un avaro y rico comerciante que es además el patrón de Paolino. Se aman en secreto, sí, porque el rechazo del padre de ella es obvio.

A ellos se suman Elisetta (la otra hermana, suspicaz y maliciosa), Fidalma (la tía estricta que en realidad ama a Paolino) y Robinson, el conde inglés con el que Elisetta tiene pactado un matrimonio...

Con este equipo variopinto la hecatombe es inevitable, aunque se cruzan básicamente dos conflictos: la pareja de enamorados quiere huir, y Robinson quiere casarse con Carolina en lugar de Elisetta...

Desde la famosa obertura, el espectador ya notará el clima burlón, aunque en la larga introducción (“Cara! cara! non dubitar”) se encontrará con dúo de mucha ternura y delicadeza. Las arias “Udite, tutti udite” (Don Gerónimo) y “Perdonate, signor mio” (Carolina) son los otros dos momentos memorables del primer acto.

Ya en el segundo, es famosa el aria de Paolino, “Pria che spunti in ciel l'aurora”, que tiene una difícil línea y coloraturas en la sección final.

Sin embargo, lo que siempre se remarca de esta ópera es el dúo “Se fiato in corpo avete”, donde curiosamente cantan ¡dos bajos!

Inaugura así un formato que sería explotado años después por el gran maestro de la ópera bufa, el propio Gioachino Rossini, quien nació por esas casualidades cósmicas pocos días después del estreno de esta ópera, en 1792...

La ficha

"Il matrimonio segreto" de Domenico Cimarosa
Director musical:
Rodolfo Saglimbeni - Directora Artística: Verónica Cangemi - Regiseusse: Lizzie Waisse.
Elenco: Mariel Santos (Carolina), Rodrigo Olmedo (Paolino), Julieta Caparotta (Elisetta), Andrea Vaia (Fidalma), Bruno Sciaini (Don Gerónimo) y  Tato Caparotta (Conde Robinson). 
Funciones: Hoy y el domingo, a las 21.30.
Lugar: Sala Chalo Tulián de la Nave Universitaria (España y Maza)
Entradas:  $ 140 (general) y $ 100 (estudiantes y jubilados). Se adquieren en boletería hoy de 10 a 14 y de 17.30 a 20, y sábados y domingos desde las 17.30.

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