El asesinato de un escritor conmociona a San Carlos

Un reconocido docente, polémico escritor y referente cultural de San Carlos fue asesinado de dos disparos en la espalda en la puerta de su domicilio la noche del domingo.

El trágico final de Omar Luna,  un hombre polémico  y transgresor que dedicó su vida al arte y las letras, ha conmocionado a toda la comunidad valletana. Y si bien aún no se conocen los motivos del crimen, se informó que hay un menor de 17 años detenido.

Eran cerca de las 21 de la noche del domingo. Justo Omar Luna (56) volvía de la rotisería de la esquina, donde había comprado unas empanadas para cenar.

En el camino, se detuvo a conversar con sus familiares, que viven en casas contiguas a la suya, en el kilómetro 3175 de la ruta 40, en el distrito sancarlino de Pareditas. Estaba abriendo el portón de su vivienda, cuando recibió dos balazos por la espalda.

Sus parientes escucharon los disparos y, segundos después, lo vieron aparecer detrás de la pared lleno de sangre. Dicen que alcanzó a pronunciar el nombre de su victimario antes de desvanecerse en la vereda.

Según relatan fuentes policiales, sus familiares lo cargaron en un vehículo y lo llevaron hasta el hospital departamental Vitorino Tagarelli. Allí lo revisan los profesionales y constantan la gravedad de una herida de arma de fuego a la altura de un omóplato.

Por su estado delicado, debió ser derivado de urgencia al hospital regional Scaravelli, para someterlo a una cirugía de complejidad. Sin embargo, según declaraciones de allegados, no había ambulancias disponibles y fue trasladado en un vehículo particular con la asistencia de una enfermera.

A la altura del Puente del Río, sobre la ruta 40, realizó un paro cardiorrespiratorio y le siguieron otros. A las 22,18, llegó al hospital de Tunuyán y los médicos de guardia confirmaron su deceso.

Móvil del crimen

Aunque todas las miradas apuntan al menor que fue señalado por la víctima, minutos antes de morir, para la Policía la situación no es tan sencilla. El chico -que horas después fue detenido en su domicilio de Pareditas- tiene 17 años, asiste  a una escuela secundaria de la zona y no cuenta con antecedentes ni conductas violentas que permitieran notar en él cierto perfil delictual.

"No descartamos ninguna hipótesis", dijeron desde la jefatura policial del Valle de Uco. Lo cierto es que, con el paso de las horas, el móvil del robo fue perdiendo peso, pues a la víctima no le faltan pertenencias, no hay indicios de forcejeo y las puertas del domicilio estaban cerradas. Hay versiones que hablan de un ajuste de cuentas o un crimen pasional.

Lo cierto es que el joven continúa detenido y puesto a disposición de la Primera Fiscalía de Menores del Valle de Uco, quien investiga la causa. Las autoridades judiciales ordenaron en la tarde de ayer realizar algunos allanamientos para poder dar con el arma, pero hasta el momento no hay novedades al respecto.

Polémico hacedor cultural

Apenas trascendió la triste noticia, valletanos -y mendocinos en general- del ámbito literario y del sector under del arte expresaron en las redes sociales mensajes de conmoción y espanto ante lo sucedido y de un profundo cariño y reconocimiento a la lucha cultural de este sancarlino.

Hijo de una familia tradicional y conocida de Pareditas, Omar supo abrir en un pueblo conservador su propia búsqueda artística, siempre posicionado desde una mirada polémica y que jugaba con los límites. Escribió varios libros, entre ellos ‘Mermelada loft’ y ‘Perinola subterránea’.

Su particularísima obra era elogiada por algunos y defenestrada por otros, pero difícilmente pasó desapercibida. "Era un transgresor de la cultura en el Valle de Uco, con sus lenguajes artísticos despojados de prejuicios y, a veces, difíciles de asimilar", definió Mariano Ramírez, del colectivo literario valletano Learte.

Luna era docente en el profesorado de Lengua y Literatura del IES de Eugenio Bustos, Vera Peñaloza, instituto que ayer cerró las puertas por luto. Allí dictaba distintas materias y se ganó el respeto y el cariño de muchos de los alumnos que participaron ayer de su velorio.

"Fue un buen profesor, que rompía todo el tiempo con lo establecido. Muy buen compañero también", comentó Nicolás, un estudiante.

Por su estilo de vida y personalidad controvertida, también cosechó críticas. Hay quienes le cuestionan el haberse apropiado y registrado la Fiesta del Orégano de Pareditas, que era de la comunidad.

En el último tiempo, abrió un bar en la zona y allí exponía desde actividades culturales hasta movidas 'under' y espectáculos y show bizarros.