El agente Hunt está de regreso

Tom Cruise vuelve a interpretar al agente especial Ethan Hunt en la quinta película de la saga que se estrena hoy y donde deberá desbaratar una célula terrorista que intenta cambiar el orden mundial. A los 53 años, el actor realizó sin dobles todas las es

ás acción, más riesgo, más suspenso, más adrenalina, más presupuesto, más despliegue, más escenarios internacionales. La quinta entrega de la saga “Misión imposible”, “Nación secreta”, que se estrena hoy en todo el país, promete eso y mucho más, a la espera de lograr un nuevo taquillazo con esta superproducción que ahora dirige Christopher McQuarrie (participó de las cuatro anteriores pero en otras áreas) y en la que Tom Cruise vuelve a encarnar al agente de gobierno Ethan Hunt en una nueva misión que parece imposible pero, todos lo sabemos, será cumplida a la perfección aunque no sin riesgos.

Casi 20 años después de la primera entrega que dirigió Brian De Palma en 1996, Hunt deberá enfrentarse ahora a una organización secreta internacional llamada The Syndicate que busca modificar el orden mundial mediante acciones terroristas.

The Syndicate está a la altura, tanto técnica como en personal especializado, de la IMF (Impossible Mission Force), la agencia gubernamental a la que pertenece Hunt, lo que convertirá a la misión en una de las más difíciles hasta ahora.

Nuevamente con persecuciones, grandes armas, mucha tensión y sobre todo peligro, el agente Hunt de “Nación secreta” volverá a estar rodeado de bellas y exóticas mujeres al mejor estilo James Bond. En este caso, la figura femenina central está interpretada por la sueca Rebecca Ferguson en la piel de Ilsa Faust, una agente encubierta de The Syndicate, de espíritu indomable y con intenciones muy poco claras.

El actor Jeremy Renner, por su parte, regresa también en el papel del agente William Brandt, compañero de Hunt en la agencia IMF que apareció por primera vez en “Protocolo fantasma” pero que ahora se muestra menos intrépido y más inclinado al drama.

Escenas imposibles

Todas las películas de la saga se caracterizaron por alguna escena que cortaba el aliento y en la que Tom Cruise hacía gala de su siempre atlético estado físico. Así la icónica imagen del actor colgado de finos cables, navegando entre láseres y sensores para robar unos documentos de la CIA, en el primer título de la franquicia. O cuando se lanza en moto a 200 kilómetros por hora en una ruta de montaña en la segunda película, que dirigió John Woo. O cuando escalaba la pared de montaña, también en la segunda, o corría por las paredes del rascacielos Burj Khalifa, en Dubai, como un experimentado Hombre Araña en el cuarto título de la saga. Y todo ello sin poner el centro de la acción en la tecnología digital, sino con el actor mismo implicado físicamente en cada una de las escenas y sin dobles. Es cierto que Cruise siempre estaba sostenido por cables que fueron retirados en la posproducción, pero eso no le quita riesgo ni compromiso a una escena de alta peligrosidad en la que el actor debió usar su propia fuerza.

En “Nación secreta” también hay escenas impactantes, sobre todo una en la que Tom Cruise aparece colgado en la parte externa de un avión en marcha y que debió repetir ocho veces para conseguir las imágenes necesarias.

El coordinador de dobles, Wade Eastwood, contó a Hollywood Reporter que “no se puede colgar de un avión a una estrella con un cachet de varios millones de dólares y hacerlo volar por ahí. Pero Tom se empecinó en que quería hacerlo él para darle más realismo a la escena. Y bueno, lo logró”.

Claro que el multimillonario actor también reconoció que, en un momento, tuvo miedo de morir en esa escena en la que permaneció todo el tiempo colgado de un arnés mientras el avión rueda por la pista y despega.

Otra escena que tuvo lo suyo fue saltar del techo de la Ópera de Viena. Implicó una intensa sesión de entrenamiento, junto a la actriz Rebecca Ferguson, en la que ambos están sostenidos por un arnés y son lanzados casi 25 metros hacia abajo.

“Es cierto que todo puede hacerse con la computadora -dijo el actor en España- pero mi intención es hacer yo mismo esas escenas, lo mejor que puedo, para que el espectador se sienta más implicado en la película”.

El elenco de “Misión imposible 5” se completa con otros reconocidos como Alec Baldwin,  Ving Rhames y Sean Harris (el malo de la película).

La música es de Limp Bizkit.

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