Efecto Tucumán: la oposición pide aplicar la boleta única

Frente a la negativa del Gobierno a modificar el régimen electoral antes de las elecciones del 25 de octubre, los bloques opositores consensuaron una alternativa para evitar que se repita en los próximos comicios algunas de las irregularidades que denunciaron en las PASO, como el robo de boletas.

Por eso ayer legisladores del radicalismo, el Pro, el Frente Renovador (FR) y el GEN brindaron una conferencia de prensa en el Congreso para comunicar que pedirán a la Cámara Nacional Electoral (CNE) que se impriman más ejemplares de la “boleta única complementaria” que se le da a los presos y a los argentinos que votan en el exterior, a fin de que los presidentes de mesa la entreguen en caso de que un ciudadano no encuentre en el cuarto oscuro la papeleta tradicional del candidato o partido que desea votar.

La “boleta única complementaria” que exige ahora la oposición como paliativo es una papeleta más grande que la tradicional ya que contiene todos los candidatos de todos los cargos.

La idea fue propuesta originalmente por la red Ser Fiscal (una ONG) y consiste en que no sólo se impriman ejemplares para permitirles votar a los privados de libertad y a quienes viven en el exterior (a los que no llegan todas las boletas de todos los partidos) sino que haya stock suficiente para que todas las autoridades de mesa las tengan el domingo 25 de octubre como resguardo. De este modo se busca desalentar el robo de boletas.

Además, la oposición se puso ayer a consensuar un proyecto de ley común a fin de apurar su tratamiento en la Comisión de Asuntos Constitucionales -que maneja el kirchnerismo- para que en 2017 haya un nuevo sistema de votación: el modelo de la boleta única en papel que se usa en Córdoba o en Santa Fe o bien la boleta única electrónica que se aplica en Salta y Capital Federal.

“Tenemos voluntad de salir de este sistema anacrónico que sostiene el oficialismo en el cual el Estado no garantiza a los ciudadanos que pueda votar por quien desea, porque puede no haber boletas, tampoco le garantiza que será respetada su elección con un correcto escrutinio una vez que emite su voto”, explicó Pablo Tonelli (Pro) acompañado por Adrián Pérez (FR), Patricia de Ferrari (UCR) y Omar Duclós (GEN), entre otros. El único mendocino presente fue el diputado nacional Roberto Pradines (PD).

Entre la oposición las opiniones están divididas entre la boleta única en papel y la electrónica. “Pero no tenemos grandes inconvenientes en ponernos de acuerdo”, dijo Tonelli.

La conferencia de prensa de ayer se produjo un día después que los candidatos presidenciales de todos estos espacios, Mauricio Macri (Cambiemos), Sergio Massa (UNA) y Margarita Stolbizer (Progresistas), le exigieron al Gobierno nacional que dé garantías de transparencia en los comicios presidenciales a fin de que no sucedan las irregularidades que perturbaron las elecciones de Tucumán.

Ayer tanto el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, como el Director Nacional Electoral, Alejandro Tullio, consideraron imposible cambiar a menos de dos meses de las presidenciales el modelo de votación. “Cualquier modificación en medio de un proceso electoral es una anomalía muy grande”, dijo Tullio, quien -sin embargo- consideró oportuno debatir en el Congreso una nueva forma de votación para 2017 “que simplifique todo para los ciudadanos”, aseguró el funcionario nacional.

En tanto, Sergio Angelini, presidente del grupo MSA, que proveyó el sistema para la votación electrónica en Salta y la Ciudad de Buenos Aires, afirmó al diario La Nación que “no hay ninguna posibilidad” de poner en octubre ese modelo, debido a que no se podría capacitar a 200 mil personas a cargo del control y la gestión de la votación, como así tampoco a la población en general.