Dos chicos en el Notti, y los otros dos con abuela

Los nenes de 11 años y 10 meses, heridos en la madrugada del domingo, continúan "con pronóstico reservado" y asistencia mecánica respiratoria.

Claudia Lorena Arias, de 30 años, asesinada junto a su tía y a su abuela, en la vivienda que compartían sobre calle Entre Ríos, tenía cuatro hijos. La mayor de 13 años, dos varones de 11 y 9 y la beba de sólo 10 meses.

La beba y el varón de 11, que fueron heridos con un arma blanca, en la madrugada del domingo, continúan internados en el hospital Materno Infantil Humberto Notti, desde donde su director, Raúl Rufeil, aseguró en el segundo parte médico, entregado en la mañana de ayer, que ambos chicos se encuentran "con asistencia mecánica respiratoria, hemodinámicamente estables con pronóstico reservado", anticipando que hoy martes será entregado, por escrito, un nuevo parte oficial.

Cabe recordar que los niños llegaron al centro de calle Bandera de los Andes, minutos después de las 9 y en la guardia los médicos comprobaron que la nena tenía  una herida corto punzante en el cuello y un corte con perforación de la cavidad bucal, por lo que tras ser asistida fue internada.

Por su parte el chico presentaba múltiples heridas provocadas con un arma blanca en la espalda, además de una herida en la zona torácico-abdominal, que obligó a una intervención quirúrgica, tras lo cual quedó internado en una de las salas de terapia cerrada.

Los otros dos

Como fuera anticipado por este diario, en su edición de ayer, la hija mayor de Claudia no estaba en la casa de la calle Entre Ríos, sino que se había quedado la noche del sábado en lo de una amiga y eso la salvó de ser otra posible víctima, mientras que el otro varón, de 8 años y testigo presencial de lo ocurrido este domingo, logró esconderse en el baúl de un auto (un Peugeot 504) y que, muy probablemente, no haya cerrado, sino sólo bajado la tapa, acompañado de su perro.

Salió después de que el agresor dejara la casa y buscará auxilio en el hospital Central, donde fue detenido.

Después de dejar el inusual refugio,  su hermano de 11, pese a estar herido, le dio el celular con el que llamó a su abuela materna.

Tras los sucesos que conmocionaron la opinión pública de todo el país, la tarde noche del domingo, ambos chicos se quedaron, precisamente con la abuela que recibió el pedido de auxilio.

La mujer, de 57 años es, en principio, el único "vínculo" afectivo, según lo aseguran desde la subsecretaría de Desarrollo Social de la Provincia, aclarando que en definitiva será el Organo Administrativo Local (OAL), el que trabajará el caso y tomará las medidas que, en definitiva, deberán ser refrendadas por la Justicia.

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