Diez años por matar a su ex a machetazos

Fue la pena que recibió el hombre, de 73 años, que ultimó a su ex mujer. El caso no fue tratado como femicidio porque se comprobaron los malos tratos que la víctima le infería al victimario.

A diez años de prisión fue condenado Américo Eulogio Morales, un agricultor de 73 años que asesinó a su mujer asestándole varios golpes en la cabeza con un machete.

La leve condena muestra la contracara de la violencia de género: Américo, según la fiscalía y la defensa, fue, de alguna forma, "víctima" de una situación sociocultural desbordante: su mujer -con dos internaciones en el hospital psiquiátrico El Sauce- le realizó una larga serie de denuncias falsas, logrando desalojarlo de su propia casa, después de que la Justicia ordenara la partición de la finca familiar de Rodeo del Medio.

Ayer, los jueces Horacio Báez, Jorge Coussirat y Carlos Díaz, de la Cuarta Cámara del Crimen, condenaron a Morales a 10 años por homicidio agravado por el vínculo, delito que si bien tiene pena de prisión perpetua, en este caso se tuvieron en cuenta las "circunstancias extraordinarias de atenuación" que marca la ley sólo para cuando no existe violencia de género.

El debate había comenzado con otro agravamiento -justamente el de violencia de género- que fue desestimado por el fiscal Gonzalo Nazar durante los alegatos que se realizaron ayer. Nazar sostuvo que  la muerte de Teresa del Carmen Vargas (69) no se produjo en un contexto de violencia contra la mujer, algo que exige "una relación de superioridad patriarcal", con situaciones como celos, golpes o violencia psicológica, que en este caso nunca se dieron.

"Deberíamos tener en cuenta que Teresa tal vez tenía un problema mental y también el contexto socioeconómico, gente de campo incapaz de hacer frente al problema de Teresa", sostuvo Nazar.

Luego, desgranó las denuncias que le hizo la víctima al hombre (por poner un toldo, por pasar por su puente, por cortarle el agua, por robarle una tela metálica ) que no prosperaron.

"Esto demuestra que había diferencias domésticas pero nunca violencia de género", advirtió el fiscal.

En tanto que la defensora oficial Laura García adhirió a la misma calificación que el fiscal pero pidió que se le diera la pena mínima, es decir 8 años de prisión, y que esta fuera domiciliaria, ya que Morales tiene más de 70 años.

Problemas familiares
La muerte de Vargas fue denunciada por el propio imputado, que en la tarde del 9 de mayo del año pasado llamó al 911 y le dijo al operador que acababa de matar a su ex mujer, con quien convivía en la casa de la calle Don Bosco al 6100 de Rodeo del Medio.

Morales estaba en el patio de la vivienda, junto con su yerno, lamentándose por la situación que vivía ("vivía como un animal", dijo el yerno en el debate) cuando entró a su casa y con un machete que estaba ahí golpeó a su mujer varias veces en la cabeza. Ella se defendió del ataque con las manos por lo que perdió varios dedos.

"Yo pienso que a mi papá le dio un arrebato. Ese día ella rompió el candado y se metió al salón (la parte que pertenecía al marido) para venderle los muebles. Ella quería que viviera en la calle. Era un calvario", dijo una de las hijas de la pareja.

Los conflictos de la pareja se trasladaron a sus hijas: dos de ellas defendieron a su padre, mientras la menor sostuvo que el hombre le pegó varias veces a la mujer, pero su versión no encontró eco en el tribunal.

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