Cuando a Demi Lovato le diagnosticaron desorden bipolar, la cantante de hecho se sintió aliviada.
“Mientras crecía, me sentía muy, muy deprimida”, dijo. “Aunque estaba dando conciertos y viviendo mi sueño, no podía decir por qué estaba molesta”.
Tras una intervención de su familia, buscó ayuda y se enteró de que tenía una enfermedad mental. “Recuerdo que sonreí y pensé, qué bien, entonces no es que tenga algo de malo como persona”, relató en una entrevista reciente. “Es solo una condición y puedo hacer algo para arreglarla. No tengo que estar así por siempre”.
Lovato está compartiendo su historia y exhortando a otros a que hagan lo mismo a través de una iniciativa lanzada por una compañía farmacéutica, la Alianza Nacional por la Salud Mental y otros grupos activistas.
La campaña busca mejorar las opciones de tratamiento a todos los niveles y erradicar el estigma en torno a las enfermedades mentales.