Debutó con el pie derecho, “Siga”les de racha

Con un tanto del potente delantero uruguayo, Godoy Cruz derrotó a Huracán y estiró a tres sus victorias en el comienzo del segundo semestre. Las anteriores fueron por la Copa Argentina.

"Sigales" de racha, Tomba. Tres puntos y a la bolsa. Quizá sea lo más rescatable de la fría noche de un Malvinas Argentinas cuyo campo de juego lució impecable.

Comenzar el campeonato con una victoria era prácticamente una obligación. Y como solía decir Bianchi, una victoria llama a otra victoria. Lo que no termina de cerrar es la forma. El Expreso ganó y punto. Nada más... ni nada menos.

Noventa días sin fútbol de Primera ya eran demasiados. Tan lejano como olvidado, por la desazón que significó quedar sin la clasificación (directa) a la Copa Libertadores 2017, parece aquel sábado 28 de mayo cuando Godoy Cruz se despidió de un torneo en el que supo ser puntero de su zona hasta la fecha final.

Las dos últimas derrotas en el campeonato habían lacerado el orgullo de tal manera que hasta el propio Sebastián Méndez amagó con pegar el portazo, lo cual finalmente no sucedió. Temporada nueva, vida nueva. Y si bien la ilusión lucía renovada por las dos victorias que le permitieron meterse en octavos de final de la Copa Argentina (Estudiantes de Caseros y Banfield), la vara en el torneo amanecía tan alta como en aquellos no tan viejos tiempos de gloria.

El “nuevo” Tomba apoyaba los tapones en el Malvinas Argentinas. Y la principal incógnita, quizá, estaba planteada en cómo iba a responder el equipo con tantas ausencias de reconocida valía (Rodrigo Rey, “Morro” García, Jaime Ayoví) y con tantos juveniles de la Bodega (Ramírez, Andrada, Henríquez), literalmente envasados en origen.

El 4-1-3-2 no se modificó ni mucho menos se inmutó ante el novedoso 4-3-2-1 que puso el Globo en cancha. Con Rolfi Montenegro como falso “9” y Angulo y Romero Gamarra abiertos como extremos.

El Tomba demoró unos minutos en ajustar los problemas de retroceso que evidenció sobre el sector de Abecasis, justo allí donde Angulo lastimó con su velocidad y su pique corto.

Pero con la fórmula de la presión alta sobre la salida del rival, el Tomba erosionó y terminó pinchando al Globo. El pressing surtió efecto en plena salida, Garro recuperó, tocó atrás, Pol asistió rápido a Sigales y el resto fue del Tanque uruguayo: encaró a pura velocidad y sacó un zurdazo que se metió abajo tras rozar en Nervo y dejar fuera de foco a Díaz.

En la siguiente, el charrúa mostró su repertorio. A pura potencia, el “23” se llevó a la rastra a Garré y Compagnucci, tocó para Benítez, Pol para Silva y la jugada que terminó con un remate de Silva por arriba del travesaño. Fue el broche de un buen primer tiempo del Tomba.

Disconforme con su equipo, Eduardo Domínguez movió el banco en el complemento. Mandó a la cancha a Patricio Toranzo e Ignacio Pusetto y el Globo fue un equipo totalmente distinto al de la primera etapa.

Tuvo el empate rápido, pero cuando iba definir Angulo cayó en el área y Federico Beligoy dijo “siga, siga”. Acto  seguido, Roberto Ramírez se lo tapó a Ignacio Pusetto, Rolfi Montenegro y Mauro Bogado. El equipo retrocedió mucho y el rival creció. Manejó más y mejor la pelota, pero falló donde no se debe, en el área chica.

El Tomba no jugó un gran partido, pero se fue con el deber cumplido, los tres puntos en el bolsillo y la sensación de saber que en la próxima fecha recuperará jugadores importantes. Mientras tanto “Siga-les” de racha, Tomba.

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