Cuando tildar y separar dan resultados diferentes

La prisa del hablar cotidiano permite que, en la oralidad, se igualen expresiones que, por escrito, tienen grafías diferentes porque poseen valores significativos distintos. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a ‘con que’, ‘con qué’ y ‘conque’. Veamos el siguiente fragmento y tratemos de explicar por qué esos términos no tienen igual escritura: “He ahí el conque del asunto: ¿con qué recursos enfrentará el problema con que se encuentra hoy? Deberá generarlos, conque ¡a trabajar!”.

Mucho se cuestiona en la actualidad la enseñanza de la gramática: los que así lo hacen aducen que es inútil y aburrida y que a los estudiantes no les interesa. Quizá sea así ya que esa disciplina no se aprende rápidamente y no es atractiva ni cautivante y divertida como se reclama en estos tiempos para llevar un contenido al aula y lograr que sea exitoso. Otro tanto ocurre con la ortografía, denostada y postergada, “cosa de viejos”, aburrida y obsoleta. Sin embargo, a la hora de solucionar una duda, recurren a quien pueda darles una pronta respuesta ya que carecen de la paciencia para averiguarlo por sí mismos y del conocimiento suficiente para encontrar la respuesta en las fuentes apropiadas.

Eso se advierte cuando se quiere dar respuesta adecuada y fundamentada a una duda como la planteada arriba: o se responde con una fórmula mágica e instantánea que saca del paso, pero que no enseña para dudas futuras, o se explica, detenidamente, la razón de la escritura diferente de estas tres expresiones, en apariencia homófonas, pero no homógrafas. Fiel a una formación y a un estilo de trabajo, opto por la segunda vía: si utilizo ‘con que’, sin tilde y en dos palabras, estoy recogiendo, anafóricamente, un concepto reciente, que queda representado por ese ‘que’, pronombre relativo que se carga del contenido de un concepto previo: “Las palabras con que se expresó fueron muy emotivas”. El pronombre ‘que’ reproduce el significado de ‘las palabras’; puede ser sustituido por ‘con las cuales’. Lo mismo en “Debe modificar esa actitud con que hace tanto daño”. Aquí ‘que’ se carga del valor de ‘actitud’ y podría haber sido cambiado por ‘con la cual’. En nuestro ejemplo, “…el problema con que se encuentra hoy”, el ‘que’ es equivalente a ‘problema’ y se podría sustituir por ‘con el cual se encuentra hoy’.

Otras veces, la preposición ‘con’ va seguida de una proposición sustantiva encabezada por ‘que’; esto sucede después de verbos que rigen o exigen una construcción encabezada por ‘con’; así ocurre, por ejemplo, con ‘venir con que…’, ‘bastar con que…’, ‘conformarse con que…’, ‘ser suficiente con que…’, ‘estar conforme con que…’; el complemento introducido por la secuencia ‘con que’ puede sustituirse por ‘con eso’ o por ‘con’ más el infinitivo del verbo de la proposición: “No me venga con que no ha ganado  lo suficiente” (= no me venga con eso; = no me venga con no haber ganado); “Bastaba simplemente con que pronunciara una palabra de perdón” (= bastaba simplemente con eso; = bastaba simplemente con pronunciar una palabra de perdón); “Será suficiente con que presente una monografía” (= será suficiente con eso; = será suficiente con presentar una monografía); “Estuvieron conformes con que los coros actuaran en aquel teatro” (= estuvieron de acuerdo con eso; = estuvieron de acuerdo con actuar en aquel teatro).

Diferente es el valor de ‘con qué’, en dos palabras separadas y con tilde en el ‘que’, por ser un pronombre interrogativo. Recordamos, al pasar, que la actitud interrogativa puede señalarse de manera directa (con signos de pregunta al inicio y al final de la oración) o de modo indirecto (sin signos, pero en dependencia de algún verbo que señale la actitud de pregunta). De este modo, escribimos, por ejemplo: ¿Con qué va a abonar su compra?, como ejemplo de interrogación directa, y “No podía saber todavía con qué argumentos se iba a defender”, como muestra de una pregunta indirecta. En los dos casos, ‘qué’ es marca de interrogación, tiene valor enfático y debe tildarse. En el primer ejemplo, podría haberse sustituido por ‘cuál medio’; en el segundo, por ‘con cuáles argumentos’. En el caso planteado arriba, “¿con qué recursos?”, hay una pregunta directa, sustituible por ‘¿con cuáles recursos?’.

Todavía nos queda por explicar cuándo se escribe ‘conque’, en una sola palabra, sin tilde ni espacio de separación. Se da esta posibilidad cuando estamos ante una conjunción consecutiva, usada para enunciar una consecuencia natural de lo que acaba de decirse; ‘conque’ es equivalente a ‘así que’, ‘pues’ o ‘por lo tanto’: “Él es duro, inflexible y ambicioso, conque no va a acceder a lo pedido”(= él es duro, inflexible y ambicioso, así que no va a acceder a lo pedido); en el ejemplo planteado al comienzo, “deberá generarlos, conque ¡a trabajar!”, podríamos haber dicho “… por lo tanto, ¡a trabajar!”.

A veces, esta conjunción consecutiva se utiliza para introducir una frase exclamativa que señala sorpresa o censura al interlocutor: “¡Conque no se haga el desentendido!”; “¡Ah, conque esas tenemos!”.

Un uso no demasiado conocido de ‘conque’ es el que corresponde a su valor como sustantivo masculino; en este caso, su significado es el de “condición con que se hace o se promete una cosa”: “Ha testado en favor de sus dos hijos, con el conque de que siempre trabajen juntos” (= con la condición de que siempre trabajen juntos). Finalmente, la grafía corresponderá también a una sola palabra cuando tome el valor de “quid, esencia o punto más importante de una cuestión”: “En la fidelidad, en la paciencia, en la más absoluta sinceridad se encuentra el conque del éxito matrimonial”. En el ejemplo del primer párrafo, “he aquí el conque del asunto”, se podría haber dicho “he aquí el quid del asunto”.

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