Conseguí que tu pileta esté siempre impecable

Tu pileta es parte de la decoración de tu jardín,para cuidarla y conseguir que no desentone con el entorno conocé algunos consejos prácticos

Los acabados finales o revestimientos de las piscinas necesitan un cuidado diferente en función del tipo de material del que se trate. El interior de tu pileta debe cuidarse ya que con el paso del tiempo puede ir perdiendo el atractivo inicial que tenía cuando la instalaste.

Uno de los aspectos más importantes a la hora de cuidar el revestimiento, es mantener el agua con altos niveles de calidad. Es muy importante que los valores tales como ph, cloro, dureza, alcalinidad… estén correctamente calibrados.

El agua, tiene constantes cambios; si por ejemplo, la piscina tiene un ph bajo, tendremos un agua en valores ácidos, afectando a las partes metálicas que pueda tener la pileta, favoreciendo una oxidación más rápida e incluso la posible decoloración de ciertos materiales. Si por el contrario, está alto, tendremos agua “básica”, produciendo efectos como puede ser la proliferación de algas, con sus correspondientes afectaciones sobre el revestimiento.

Conceptos básicos que debés tener en cuenta en el cuidado de los revestimientos:

- Calibrá los valores del agua correctamente. (ph, cloro, salinidad, dureza…)

- Limpiá la línea de flotación, mínimo una vez a la semana, ya que es la zona que más rápido se degrada debido a que es dónde más grasa se deposita.

- Utilizá los productos químicos correctamente, tanto en cantidad como en su aplicación, y ponelos preferiblemente en la zona de los skimmer. Si los depositás directamente en el agua de la pileta, podés llegar a decolorar o incluso estropear el revestimiento.

- Utilizá siempre productos específicos para el tratamiento del agua en piletas o utilizar sistemas alternativos como la cloración salina, ultravioleta.. que te ayudarán a tener mejor calidad de agua.

- Intentá vaciar la pileta el menor número de veces posible y volvé a rellenar cuanto antes. Cuando la piscina está vacía, el revestimiento está más expuesto que nunca a los agentes externos, la caída de objetos o cualquier otra incidencia que pueda deteriorarlo.

- No tengas el agua a temperaturas muy elevadas. Generalmente, a partir de 28º resulta más fácil que los microorganismos ataquen al revestimiento al ser más fácil su adherencia a la superficie. Recordá que cuánto más alta es la temperatura, necesitás que el tiempo de filtración y limpieza sea mayor ya que el agua se deteriora más rápidamente. Si se trata de instalaciones en dónde la temperatura del agua tiene que ser siempre elevada, poné aún mayor énfasis en su mantenimiento.

- El uso habitual de limpiafondos, preferiblemente automáticos, te permitirá tener siempre limpia la pileta, lo cual favorecerá a un mejor mantenimiento del revestimiento.

- Por supuesto, además de la estética del propio acabado, es muy importante que el material que se instale tenga sus correspondientes certificados de calidad que confirmen que es apto para su instalación en tu piscina, con sus correspondientes tratamientos para el agua. El revestimiento debe ser aplicado por instaladores experimentados, incluso si es posible, recomendados o facilitados por el propio fabricante del producto, de este modo, las garantías de que el revestimiento te dure en el tiempo serán mucho mayores.

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