Cómo esconder la tele

Te acercamos tres ideas prácticas para esconder la televisión, ya sea en el living o incluso en el dormitorio.

Aunque las tv’s son cada vez más lindas, y algunas marcas lanzan modelos de TV retro que por nada del mundo querríamos esconder, hay otros motivos por los que necesitamos mantener el televisor oculto.

Desde luego que no es una tarea fácil, sobre todo teniendo en cuenta el tamaño que han adquirido las pantallas en los últimos años. Para ayudarte en esta complicada labor, te presentamos algunas ideas.

TRAS LAS PUERTAS DE UN ARMARIO

Es la opción más fácil y convencional, ocultar la televisión dentro de un armario en el living o sala de estar. De hecho, muchas de las primeras televisiones venían en una especie de muebles aparadores que podíamos cerrar cuando no las usábamos, solo que hoy en día es necesario un mueble mayor para poder alojarlas en su interior.

Otra cuestión a tener en cuenta son las puertas del armario, si se utilizan unas rebatibles se tendrá el inconveniente de que reducirán el ángulo de visión de la televisión y dará la sensación de que está encajonada. Es preferible optar por unas plegables que se puedan recoger en un lateral o unas corredizas que se deslicen hacia un lateral, aunque eso suponga inhabilitar lo estantes situados a ambos lados del televisor.

DETRÁS DE UNA OBRA DE ARTE

De forma ingeniosa podés ocultar la televisión detrás de una obra de arte montada sobre unos rieles. En realidad es una versión mejorada de la solución con puertas corredizas que añade un punto estético muy interesante para los que no quieren descuidar ningún detalle.

La versión barata es ocultar una televisión colgada en la pared con una especie de cortina, quizás decorado con un vinilo o por nosotros mismos, de manera que se puede enrollar cuando se quiere ver la tele y desenrollarla cuando no. Si bien no es tan elegante, es mucho más barato y sencillo.

CON UN SISTEMA MECÁNICO QUE LA OCULTE

Esta es una versión divina. Se trata de un sistema mecánico que oculta la televisión en un mueble bajo cuando no se utiliza. Obviamente tiene el inconveniente de que se pierde espacio para guardar, de que su precio será superior y de que hay que tener cuidado con lo que se deja sobre el mueble en cuestión, pero la mejora estética es innegable, permitiendo librarse de los problemas decorativos de un living telecéntrico.

Existen diversos modelos en el mercado, algunos que simplemente bajan la televisión para esconderla de forma vertical, por lo que se necesita un mueble más alto, mientras que otras la giran a la vez que la bajan, guardándola de forma horizontal, lo que obliga a un mueble más ancho pero no tan alto. En cualquier caso no es una idea que se pueda adaptar a televisiones demasiado grandes.

A LOS PIES DE LA CAMA

Normalmente las televisiones en el dormitorio no suelen ser de gran tamaño, pero la verdad es que dada la distancia de visionado (al menos dos metros desde la cabeza a los pies de la cama) deberían serlo. El problema es que en el dormitorio no hay mucho lugar donde colocarlas, así que salvo que se cuelgue del techo, la opción que parece más razonable es tenerla oculta en los pies de la cama.

La verdad es que parece una extravagancia, pero realmente es la mejor ubicación. Se pueden llevar los cables por la estructura de la cama, apenas se desaprovecha espacio y la distancia de visionado será la idónea para una televisión de tamaño medio (32" - 37"), hasta existen camas con ese sistema incorporado.

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