Artes marciales como deporte y terapia

El Tai Chi Chuan, de origen chino ha desplazando al karate de Japón. Estiman que 70% de los practicantes son mujeres. "No pasan de moda, generalmente hay una disciplina que prevalece sobre el resto", dice Zhang Zhi Guo, educador de estas prácticas deporti

A diferencia de otras disciplinas deportivas que pueden causar furor y luego pasar de moda, las artes marciales se han mantenido por milenios, ganando siempre nuevos adeptos. En la actualidad, en Argentina, y en Mendoza, gozan de niveles de popularidad inéditos.

"Desde hace 15 años los practicantes han venido en ascenso, lo que se debe en gran parte a la apertura de escuelas y asociaciones. No sólo es asombrosa la cantidad, también la calidad de los aprendices es muy buena", cuenta el maestro Zhang Zhi Guo dando cuenta de que hay mucha tela para cortar todavía.

Guo, reconocido maestro en diferentes disciplinas del arte marcial, estuvo la semana pasada en el campus de deportes de la UNCuyo evaluando a estudiantes y profesores de esa institución universitaria y de la Asociación Neijiaquan. En diálogo con Los Andes, el instructor habló sobre las nuevas tendencias en estas artes

"No pasan de moda, por momentos hay una disciplina que prevalece sobre el resto en cuanto y en tanto es masivamente practicada. Por ejemplo, hace unos cuantos años el karate era el boom; hoy no lo es y en cambio ha emergido el Tai Chi Chuan", explica.

Si bien éstas disciplinas nacieron en Asia, se han extendido a lo largo y ancho del mundo, y cada región las ha adaptado otorgando aditamentos propios. En el podio también se incluyen el Kung Fu y el Chi Kung, y más abajo el Taekwondo y el Aikido.  En muchos casos se ha creado una mayor conciencia de que un luchador de artes marciales no es un 'matón', sino un deportista de elite.

El experto chino, radicado en Buenos Aires hace 17 años, diferenció entre artes internas y externas y dijo que hoy se estilan más las primeras. Con 'interno' se alude a un elemento de búsqueda de autosuperación personal, de mejora de uno mismo a través de la práctica. Por otro lado, la disciplina puede tener aplicaciones fuerza propia en la técnica que pueden llamarse 'externas'.

El Tai Chi Chuan es hoy la tendencia, de acuerdo a las declaraciones del maestro oriental y se encuentran entre las artes internas porque no muestra sus aplicaciones marciales, sino que se concentra exclusivamente en el 'tao' de la cuestión, en el dominio de la energía, en la búsqueda de la salud y la paz interior.

"El Tai Chi Chuan es utilizado como terapia y la diferencia con el Kung Fu es el método, el Tai Chi es más lento y busca tener conciencia sobre aspectos de la respiración o como dicen los chinos un arte marcial interno", agrega Carlos de la Cruz Pringles, referente del deporte en Mendoza.

"La diferencia esencial de las artes marciales chinas con el resto es que las chinas derivan de un proceso filosófico cuyo origen es el Taoísmo", continúa.

El Taoísmo es un sistema filosófico y religioso que tuvo su origen en China en las ideas del filósofo Lao Tsé en el siglo VI antes de Cristo. Se caracteriza por creer que existe una solidaridad absoluta entre el hombre y la naturaleza, puesto que ambos concuerdan perfectamente y tienen un sustrato común. "El Tai Chi Chuan es la filosofía hecha movimiento", completa Guo.

Su práctica es ideal como herramienta para la prevención y preservación de la vida sana. Por esto mismo y porque este camino conlleva todo un estilo de vida, es extraordinario cómo en las últimas décadas la práctica de esta disciplina -y otras variedades- ha proporcionado notables mejoras en la salud de muchas personas que no encontraron solución en otras terapias.

"Su efectividad radica en la comprensión de ver o entender la problemática en cuerpo, mente y alma como inseparables", afirma Alejandro Chirino (52), quien lleva 20 años practicando Tai Chi, Kung Fu y Qi Gong, y desde hace 5 meses lo hace junto a sus hijos Matías (21) y Francisco (13).

En el Tai Chi Chuan hay numerosos estilos y variantes diferentes. Asimismo, no existe un sistema de grados estandarizado, y no todas las escuelas establecen un sistema de cinturones como lo son por ejemplo los de colores en Karate o Judo. Tampoco existe una vestimenta estandarizada para los practicantes, aunque es usual llevar zapatos de suela plana y delgada, así como ropa liviana y cómoda.

Tanto Guo como Pringles coincidieron en señalar el inusitado momento por el que están pasando las artes marciales, sobre todo las internas. Incluso destacaron la participación de la mujer a nivel mundial pero con un correlato nunca antes visto a nivel nacional. De acuerdo al sensei de las artes chinas "un 70 por ciento de los practicantes son mujeres, el resto son hombres".

La historia ha demostrado que las distintas culturas desarrollaron técnicas muy diferentes para dar solución a los problemas de la salud. Entre los múltiples resultados que otorgan éstas prácticas milenarias -en muchos casos validados por la medicina tradicional- se ha podido comprobar que reducen la depresión y la ansiedad, incrementa la agilidad y la energía y estimula el buen funcionamiento del sistema inmunológico.

"Los beneficios son personales pero también comunitarios puesto que el ejercitante traslada su bienestar a la sociedad", concluye Guo.

El gran maestro

Zhang Zhi Guo es un maestro y educador de referencia internacional en diferentes disciplinas del arte marcial. A sus 74 años, Guo continúa enseñando una disciplina que aprendió en su provincia natal de Jiangsu (China) a la edad de 4 años, de la mano de su padre Zang Tao Xue. Pisó por primera vez suelo argentino en 1993 para dictar clases abiertas en distintos parques de la Capital Federal, y allí volvió en 1998 para quedarse definitivamente. En la actualidad preside la Liga Argentina de Arte Marcial Chino, que se dedica a difundir el Wu Shu tradicional y moderno.

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