Arancel 0 de Chile en EEUU podría beneficiar al vino local

Dejar de lado la exportación de vino fraccionado para darle más espacio al granel y así neutralizar el efecto de inflación en los costos internos desde hace tiempo es mejor negocio para varias bodegas.

Ahora, la venta de volúmenes a granel a Chile puede crecer apalancada por el acuerdo que el vecino país acaba de lograr para ingresar productos sin arancel de importación en EEUU, de la mano de algunas de las grandes firmas de capitales trasandinos con filiales en la provincia, lo cual asoma como una forma de descomprimir una capacidad de vasija que ronda en general el 30% cuando a esta altura de la temporada suele multiplicarse por más de 2.

El dato no es menor, habida cuenta de que normalmente sobre el final de cada año el porcentaje de disponibilidad no es un problema si se piensa en el momento de recepcionar los nuevos caldos de la vendimia.

Pero los sobrestocks frenaron la dinámica de mercado durante 2014 y recortaron ese margen, con lo cual la posibilidad de abrir un canal permanente más allá de la cordillera, y por fuera de la corriente de exportaciones origen Mendoza que coloca contenedores en el puerto de Valparaíso, es bienvenido.

El vecino país importó vino mendocino a granel apenas por U$S 1.900 en 2009 según ProMendoza, pero en 4 años el flujo creció  49% interanual en valor y 36% en volumen. Un mayor movimiento de la mano de los grupos vitivinícolas chilenos trasandinos (Concha y Toro, San Pedro, Santa Rita) y otras firmas argentinas de peso ahora podría dibujar un mejor panorama para 2015.

“Dejando de lado la conveniencia en cuanto a los números, es posible que haciéndolo los grandes sea una medida válida para aliviar la preocupación que hoy existe por los sobrestocks y la capacidad. No obstante, hay que tener en cuenta que una cosa es el margen de vasija disponible y otra la utilizable”, analizó el gerente de Bodegas de Argentina, Juan Carlos Pina.

“Chile trabaja a largo plazo, con una corporación seria como Pro Chile, diferente a Argentina, que se centra en la urgencia, y si  no cierran los números, salvo los grandes, el resto directamente a otra cosa mariposa”, comparan en off the record desde una pequeña bodega exportadora.

Para Carlos Caselles, de bodega Sin Fin, con un 90% de su vino alta gama exportable sin fraccionar, el acuerdo de libre comercio alcanzado por Chile con EEUU “está generando un clima de expectativa sobre las salidas, especialmente de vinos genéricos.

La venta a granel ha sido muy favorable frente a un tipo de cambio retrasado porque reporta un mejor margen, y aunque  todavía es201 prematuro saber si se consolida con el tiempo, parece estar abriéndose con Chile una puerta en tal sentido. Todo lo que sea sacar volúmenes sirve”.

Respecto a la incidencia de esa dinámica en el mercado y el alistamiento de las bodegas para la próxima cosecha y la fecha de liberación del vino nuevo en 2015, según el empresario “lo que cambió fue el mapa de distribución.

Algunas bodegas van a llegar sobrestockeadas, las grandes con stocks acotados, y muchos productores deberán buscar bodegas para colocar su uva. Tenemos que llegar a febrero con capacidad”.

¿Cómo llegar a la vendimia sin un mar de vino? Depende del segmento del negocio,  pero quienes trabajan con la alta gama, más allá de una ocupación del 70%, aspiran terminar menos comprometidos.

“Lo vivimos todo el año, pero tenemos un plan comercial y gracias a haber invertido más en promoción y viajes para consolidar el mercado interno llegamos bien. Eso nos permitió ganar varias plazas sin sacrificar el precio, el mayor error que se puede cometer porque cuesta el posicionamiento de marca”, explicó Nora Figueras, de bodega La Añorada.