Ajo, crece la preocupación por el “efecto Brasil”

Traccionada por los buenos precios de la temporada anterior se estima que este año crecerá la superficie. Sin embargo, se planchan las expectativas de venta.

El productor mendocino de ajo arranca una nueva campaña con ciertos temores sobre qué pueda suceder con la economía de Brasil, principal mercado de destino.

Es que si bien todavía no se conocen las cifras oficiales del IDR, sobre la superficie implantada que terminó en el mes de mayo, estimaciones privadas sostienen que será superior a la del año pasado, probablemente rozando las 10 mil hectáreas.

El número preocupa porque tras las movidas políticas que enfrenta Brasil, su endeble economía y el acecho del ajo chino, que entra precios muy bajos, la situación no es promisoria de cara a la nueva temporada de comercialización 2017 - 2018.

“El mercado ha estado muy bueno. Brasil, que es donde colocamos el 100% de nuestra producción, siempre ha estado con demanda sostenida, y viene así desde la temporada anterior.

Pero en lo que resta de este año y probablemente en el 2018 también, creo que vamos a tener problemas", contó a Los Andes, Marcelo Puebla quien produce ajo sobre unas 70 hectáreas en el Noreste de la provincia de Mendoza. Empaca su producción y la exporta a Brasil que, a pesar de sus problemas, parece haber mantenido buen nivel de demanda esta temporada.

Según datos del IDR en los últimos 8 años, dependiendo de la situación coyuntural del país y los mercados destino, la superficie implantada de ajo osciló entre 8 mil y 12 mil hectáreas.

Los chinos en Brasil

Según un estudio del IDR a nivel internacional se pueden diferenciar cuatro grandes centros mundiales de producción. El Centro asiático, principalmente China, produce el 86% del ajo del mundo. El centro europeo conformado por España, Francia e Italia aportan el 6%.

El centro norteamericano que agrupa México y Estados Unidos, aporta el 3% y el centro sudamericano conformado por Brasil, Argentina y Chile, que aporta el 4% de la producción global.

China es el mayor productor de ajo del mundo representa el 79% de la producción mundial, por lo tanto, es el país que ejerce la mayor incidencia en el precio del mercado.

Brasil es un mercado interesante para los chinos ya que paga precios promedio superiores a los de otros mercados.  A saber: según informaron desde Asocam, este año se pagó la caja en Brasil 27 de dólares la caja, mientras que en la temporada anterior fue de 22 de dólares, casi el doble de lo que cuesta como referencia en el mundo una caja de ajo chino. Para cuidar a sus productores y al Mercosur, Brasil tiene un tasa antidumping de 7,80 dólares la caja.

No obstante, los chinos han encontrado un vacío legal para ingresar ajo “de contrabando”, lo que no le ha jugado una buena pasada a los productores locales.

En este sentido, el Gobierno provincial trabaja de manera conjunta con la Asociación de Productores de Ajo de Mendoza y de Brasil para que se apliquen medidas al ingreso de contrabando de ajo Chino en Brasil, que según calculan desde Asocam rondarían las 300 mil cajas.

De hecho, en abril durante una audiencia pública, Anapa, la Asociación de Productores de Ajo de Brasil, realizó una petición a través de su presidente, Rafael Jorge Corsino, para que se ponga fin a las dudas interpretativas sobre el impacto de la calificación antidumping. Esto se debe a que algunos importadores se aprovechan de las lagunas legales para vender el producto sin tener que pagar el impuesto antidumping.

“Tenemos que terminar de una vez por todas con estos vacíos y cerrar todas y cada una alcance de la clasificación. No importa la clase, grupo, subgrupo. Ajo entero, NCM (nomenclatura común del Mercosur), importado de China, tiene que cubrir el antidumping”, aseveró en aquella oportunidad Corsino.

Guillermo San Martín, gerente general de la Asociación de Productores, Empacadores y Exportadores de Ajos, Cebollas y Afines de Mendoza (Asocam), explicó: “hemos trabajado mucho y hay buenas noticias sobre cómo ha evolucionado el problema con del contrabando de ajo chino en Brasil”.

Es que Argentina depende del mercado exportador.

“China ha bajado muy fuerte los precios de la caja de ajo. Hace un tiempo llegaba a Brasil a 15 dólares, hoy llega a 10 dólares. Tiene que pagar el arancel común externo que es del 10%, mientras y a eso sumarle la tasa antidumping que es de 7,80 dólares, con todas esas trabas llega a 22 dólares que es 5 dólares por debajo de Argentina”, dijo San Martín, quien estimó que durante 2018 se deberá pedir una mejora de la tasa quizá elevarla a 9 dólares.

En Argentina el sector empacador - exportador envía el mercado externo más del 70% de la producción nacional, es decir más de 120 mil toneladas al año. El mercado local consume alrededor de 30% de la producción. Más del 95% del ajo que egresa de Mendoza tiene como destino final el mercado externo, el resto queda en el mercado nacional donde Buenos Aires absorbe más del 60%.

Brasil, la clave

Según un informe de Fundación Ideal, las exportaciones de Mendoza a Brasil aumentaron entre el primer trimestre de 2016 y el primero de 2017; pero este aumento se debe exclusivamente a una buena coyuntura del ajo. Al excluir este producto, se observa que las exportaciones en dólares durante el primer trimestre de 2017 casi no variaron con respecto a las del primer trimestre de 2016.

Pablo Salvador, economista de la Fundación Ideal, explicó que “a futuro si la crisis política de Brasil, afecta su economía, es muy posible que los envíos de ajo se vean afectados. A esto debemos sumarle la devaluación del real que nos deja menos competitivos”.

Para el gerente de Asocam Brasil será el gran interrogante. Cabe recordar que Mendoza coloca anualmente en ese destino unas 7 millones de cajas.

“Este año hay más producción en China, se calcula que un 30% más que el año pasado, Brasil ha sembrado el 20% más que en el 2016 y va a tener más producción, y acá en Mendoza también, aparentemente, hay alrededor de un 20% más de superficie con ajo que el año pasado”, indica Puebla.

Y agrega: “pienso que este año el precio va a estar alrededor de los 20 dólares la caja, y eso va a complicar mucho la situación. Porque, con 8 dólares menos y sin una mejora cambiara, el panorama es muy feo. Se había presupuestado un tipo de cambio de 18 pesos por dólar para comienzos del 2018. Si fuera así, tal vez alcanzaríamos a salvar los costos, y no sé si podría quedar alguna rentabilidad”, indicó Puebla.

El aumento de costos mella la rentabilidad

El productor y exportador Marcelo Puebla comentó que el incremento de los costos de producción, comparando la siembra de 2017 con la del año pasado, “tiene que haber promediado el 25%”.

Precisó que “el costo de la semilla aumentó bastante, arrastrado por el precio internacional que había tenido el ajo en el ciclo comercial 2016", y que "el resto de los insumos -como fertilizantes, agroquímicos- sufrió incrementos menores, que pueden haber rondado el 20%”.

Pero advirtió que “lo que más aumentó fue la mano de obra, alrededor de un 30% y representa poco menos de un tercio de los costos totales de producción”.

Sobre la opción de la mecanización como una forma de abaratar costos de mano de obra, el productor de Tres Porteñas revelo que “por ahora, solo hemos mecanizado la arrancada, y en forma parcial”.

Es que, “si bien tiene sus ventajas, el problema es que, como hay que arrancar en un período relativamente corto, cuando hay que trabajar sobre cierta superficie puede ocurrir que con una sola máquina no se llegue a tiempo y haya que recurrir a la gente, que es lo que nos pasa a nosotros”.

Según él, con una arrancadora promedio se pueden trabajar bien “alrededor de 15 hectáreas, por eso el que tenga que arrancar 30 ó 40 hectáreas, por poner un número, necesita por lo menos dos o tres máquinas”.

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