Adiós al maestro, una vida junto al deporte

A los 96 años falleció Luis Rodríguez Nievas, histórico preparador físico de fútbol, básquetbol, vóleibol y atletismo. Fue un profesor de profesores.

Fue pionero en todo lo que se propuso. Un adelantado, aunque su obra no fue reconocida por el grueso de la sociedad mendocina. Ayer fue un día de luto para todo el deporte de Mendoza.  A los 96 años, se fue el profe Luis Rodríguez.

Fue el primero en hacer entrenar a un equipo de fútbol en un gimnasio cerrado, el "inventor" de los trabajos de preparación física con pelota ("los dirigentes se querían morir cuando les pidió cinco balones de fútbol. En esa época había una y era la misma con la que se jugaba el domingo", cuenta Hardan Curi).

Su sapiencia lo llevó a innovar con llevar a un equipo a realizar una pretemporada en altura (la de Andes Talleres de 1970), más precisamente en Vallecitos.

Fue el autor de la ley del deporte de nuestra provincia y también el creador de la escuela de directores técnicos de la Liga Mendocina de Fútbol.

El profe, no hay otra manera de llamarlo, instauró la actividad física obligatoria en todas las carreras de la Universidad Nacional de Cuyo cuando fue director de Deportes de esa casa de estudio entre 1973 y 1976.

El profe Rodríguez fue un personaje entrañable. Un hombre que "creó" el deporte en nuestra provincia. "Mi intención era que el deporte se extienda para todos los jóvenes entendiendo que era una necesidad y que como decía Evita, 'donde existe una necesidad nace un derecho'", contó alguna vez.

Su carácter de revolucionario le costó ser sacado de su oficina con una pistola en la cabeza y estar detenido "por comunista". "Mis amigos del deporte me salvaron de ser un desaparecido más", contaba.

Su lucha social, que fue el motor de su vida, lo llevó a pelear durante más de 30 años para que el título de profesor de educación física de la UNCuyo fuera reconocido a nivel nacional. Fue coordinador de los Juegos Evita en nuestra provincia y a nivel nacional. Eso le valió conocer a la “abanderada de los humildes”.

“A los que trabajamos en los Juegos nos daban un viático, pero yo no quise cobrarlo. Entonces Evita me mandó a llamar”, cuenta de su primer contacto con la primer dama de Perón. “¿Por qué no quiere cobrar?, me preguntó. Porque este es mi aporte al deporte que tanto me ha dado, le conteste (contaba Rodríguez). Entonces me pidió mi documento y me dijo que fuera al otro día a una joyería en Avenida de Mayo. Allá me regalaron una joya única”.

Esa misma joya, hace cinco años ante el asombro de los presentes, se la regaló al legislador Luis Francisco, quien había sido alumno suyo.  Rodríguez se destacó siempre por el apoyo que le dio a los atletas y su severidad para el trabajo. Cuentan quienes pasaron por su gimnasio que nunca les cobró y que lo que les exigía era ser serios para trabajar.  "Una vez echó de los pelos a un basquetbolista norteamericano porque no hacía los ejercicios como debía", cuentan.

El profe cuenta que su llegada al deporte la experimentó en el colegio Martín Zapata. "Practicaba esgrima, atletismo y arquería, por eso me pidieron que organizara el equipo de fútbol de mi escuela para un torneo intercolegial de la UNCuyo", cuenta recordando su primeros incursiones con su pasión.

Así fue como Rodríguez Nievas empezó su vínculo con la Universidad, establecimiento educacional donde, una vez terminada su enseñanza media, optó por la carrera de Ciencias Económicas. "Estuve dos años, pero en el camino me di cuenta de que lo mío era el deporte".

Fue entonces cuando ingresó a la Facultad de Medicina, donde funcionaba por entonces la carrera de profesorado de Educación Física.

Luego de recibirse se especializó en Alemania en rehabilitación en sistema motor. "Una vez que retorné de Europa, me instalé a entrenar al equipo de fútbol de Gimnasia y Esgrima", relataba. En ese club, Rodríguez Nievas marcó un hito notable porque incorporó la pelota como elemento de entrenamiento, contó el profe.

Con el tiempo, comenzaría a trabajar en uno de los deportes que más satisfacción les dio en su vida: el básquet. "Al ligarme con el basquet de la provincia me llamaron para ser preparador físico de la selección masculina, que se consagró por primera vez con el titulo Sudamericano 1966 y en Mendoza", recuerda. Luego Rodríguez tuvo una misión similar en el seleccionado femenino de basquet donde trabajó quince años.

Al cumplir este largo ciclo con las espigadas chicas realizó una gira por Asia y Oceanía para completar sus estudios en traumatología, ortopedia y medicina del deporte. "La capacitación tiene que ser permanente, porque cada día se producen cambios importantes, hay que estar al día y tener la mente abierta para aceptarlos", sostiene.

En su carrera deportiva, hay dos momentos que le aceleraron el corazón y humedecieron los ojos: "Cuando salimos campeones sudamericanos, vinimos desde la zona del Anfiteatro Frank Romero Day, donde estaba la cancha, hasta el centro. La gente nos aplaudió, cantaban el himno, fue muy emocionante. Otro momento fue cuando la selección brasileña de basquet femenino por mi corroboración en los campeonatos sudamericanos a las jugadoras lesionadas y la mejor jugadora del mundo Norminha me dejó su camiseta”.

“El deporte me ha dejó mucho, grandes amigos, de la época de Gimnasia del sesenta con aquel equipo de Videla, Torre, Curi, Montes de Oca, Legrotaglie, Berti, Sosa, Ledesma", subrayó.

Entre sus muchas anécdotas "el Profe"  comenta que su verdadera fecha de nacimiento es la del 3 de marzo de 1920, pero que recién fue inscripto el 3 de abril del mismo año.  Explica que su mamá, que era  directora de una escuela que funcionaba en El Bermejo, solo pudo viajar ese día en tren desde La Lagunita donde vivían al centro de Mendoza para anotarlo.

Su amor por la educación física y los alcances de estos, lo tenían muy preocupado. “Los profesores hemos perdido un lugar que no supimos ocupar. Se ha perdido seriedad. No trabajamos como se debe y estamos cosechando los frutos de una generación sin cultura física”.

Un impulsor de que el deporte comunitario debe tener su espacio. “Sigo sosteniendo que las actividades deportivas individuales terminan haciendo un individuo que vive solo, un autista”.

Así era él. Un personaje entrañable y a quien sus discípulos calificaba como el “profesor de los profesores”.

Ficha personal

El prof. Luis Rodríguez Nievas nació el 3 de marzo de 1920. Completó sus estudios de profesor en Educación Física en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Cuyo (Instituto Superior de Medicina Auxiliar).

Deportista practicante, asesor en el terreno de juegos en distintas disciplinas deportivas, realizó por más de 50 años su labor profesional en seleccionados de deportes en el orden provincial y nacional; como preparador físico de fútbol de Primera División, de básquetbol y voleibol en diversos clubes de Mendoza; ejerció su profesión al frente de su gimnasio de gimnasia general y rehabilitación física del sistema locomotor.

Como estudioso, investigador y docente, realizó trabajos de investigación sobre el deporte y la salud en distintos países de Europa y participó en diversos proyectos legislativos.

Fue director de Educación Física y Deportes de la Universidad Nacional de Cuyo 1973-1976 y presidente del Comité Olímpico Interuniversitario, entre otros cargos y ha recibido numerosas distinciones.

Publicó “La Rehabilitación Física del Sistema Locomotor” (5 Tomos) en el año 1995; “Hacia una Tercera Edad con Mejor Calidad de Vida” 1º Edición en el año 2006; “El Deporte Comunitario” en el año 2008; “Actividad Física. Una Actitud Personal y Social”, en 2011, entre otras publicaciones. Recientemente había reeditado su libro “Hacia una tercera edad con mejor calidad de vida”.

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