Independiente no pudo ganar y debe esperar

El estadio Gargantini estaba preparado para la fiesta. Si los Azules ganaban aseguraban su permanencia en la “B” Nacional, aún faltando una fecha. Pero el empate 1-1 ante Atlético Paraná obliga a esperar otros resultados.

A un paso. Así quedó la Lepra de la salvación. Hizo todo para ganar el encuentro ante el descendido Atlético Paraná y mantener la categoría, pero no pasó del empate. A seguir remando.

En los primeros 45 minutos Independiente arrancó bien, con Disanto cerca de Tarragona, Cerutti y Cardozo, pero no llegaba claro al arco visitante.

Justamente el “Gato” se empezó a acomodar en el partido e incomodaba a la Lepra con un buen partido de Cozzoni y Belforte en el medio manejando el ritmo del encuentro y ganándole el duelo a Montero y González, quienes nunca encontraron soluciones al cerrojo defensivo.

Hasta que llegó la sorpresa en una contra que Caballero aprovechó para poner arriba a la visita, tras una buena habilitación de Belforte.

De ahí en más Independiente se repitió en errores de manejo, lo bueno que habían hecho los de adelante comenzó a nublarse.

Por su parte, Atlético Paraná se cerró atrás y le bloqueó los caminos a los muchachos de Alfredo Berti, que cada vez estaba más disconforme.

Sobre el cierre de la primera parte llegó el show del arquero Crusat, ya que le sacó un cabezazo de Tarragona que tenía destino de gol y en la jugada siguiente le sacó el gol a González sobre la línea.

Buen cierre de los primeros 45 minutos, pero con la necesidad de estar más claro para poder revertir la historia y desahogarse definitivamente.

En la segunda parte la Lepra cambió la cara y la intensidad en su juego y empezaron a llover las situaciones de gol.

El arco de Aracena estaba cada vez más lejos y la cancha se inclinó hacia donde estaba Crusat, pero el gol no llegaba. Lo tuvieron Cardozo, Tarragona e Irañeta que reventó el travesaño con un zapatazo... pero cuando las esperanzas comenzaban a flaquear, Nacho peleó una pelota hasta el final y el rebote le cayó al 9 que igualó el trámite.

Estaba al caer la segunda conquista, todo se jugaba en área de la visita y la pelota no quería entrar, porque si no aparecía una pierna en la línea sobresalía la humanidad del arquero de Paraná.

Una y otra vez se sucedieron las situaciones claras para marcar y hacer justicia. En el partido y en el campeonato con la salvación.

Era cuestión de acertar, estar fino y frío en el toque final, para provocar el ansiado desahogo y gritar al cielo que el objetivo estaba cumplido tras una extensa agonía.

Tanto ímpetu se sintió desde lo físico y sobre el epílogo  la Lepra fue con las últimas armas, pero no logró encontrar el camino del gol.

El parate por las bengalas terminó perjudicando al equipo, se le enfrió el motor y frenó el empuje de los futbolistas.

Independiente tenía la mesa servida, la cena estaba lista para degustar y desatar la celebración tan esperada.

Pero el grito quedó atragantado y deberá esperar un poco más para sellar la permanencia.

Lo bueno

La reacción.
Tras un tiempo mal jugado, el elenco de Berti cambió mucho la imagen en el complemento y se llevó por delante a la visita. Presionó bien arriba y manejó el partido con absoluta autoridad.

Lo malo

La primera etapa
El primer tiempo del equipo fue bastante flojo. Lejos estuvo la Lepra de mostrar el juego colectivo que venía desarrollando en las últimas fechas.  Buscó el empate, pero sin demasiadas ideas claras.

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