“Todo piola”: la fibra del deseo

La obra dirigida por Gustavo Tarrío llega en el marco del Festival Andino de Teatro. Inspirada en un poema de Mariano Blatt, indaga de un modo poético y vertiginoso, sobre el deseo y el amor. Esta noche, en el Espacio Le Parc.

Se puede catalogar como una obra de danza teatro porque la música, el baile y el protagonismo de los cuerpos, son parte del sostén de “Todo piola”.

Pero combinando estas expresiones en el escenario, logra una puesta que busca la comunicación directa con el público. Un poema de Mariano Blatt fue el disparador para que Gustavo Tarrío (director) y Eddy García (actor) escribieran la dramaturgia de este montaje, que se presenta hoy a Mendoza en el marco del Festival Internacional Andino de Teatro.

Luego de dos años en cartel “Todo piola” llega con un tránsito satisfactorio, para la que se propone como una historia de deseo; pero encierra una estética madura de los cuerpos y la sexualidad. Las canciones escritas e interpretadas por Guadalupe Otheguy, son el engranaje de una fábula de acción y romance.

“El trabajo surge de la colaboración de Eddy García y se suma Guadalupe Ategui, que es la compositora de las canciones y canta.

Hacíamos un taller juntos y ahí trabajábamos con varias poesías, entre otras, con algunas de Mariano Blatt; donde nos familiarizamos con su poesía y otros materiales. En un momento decidimos hacer un espectáculo juntos y ahí se suma Carla Di Grazia, que es la bailarina del espectáculo. Pero en Mendoza actuará Quillen Mut Cantero. Ellas se van alternando según sus actividades”, cuenta el director Gustavo Tarrío sobre el proceso de creación de “Todo piola”.

De ese trabajo experimental nace una historia que va más allá del poema de Blatt y se plasma en una puesta que conjuga múltiples lenguajes para rescatar la realidad latente del entorno que rodea cada presentación.

La trama parte del encuentro en una esquina, de dos amigos de un barrio cualquiera, se saludan con un “todo piola” y desde ese momento se abren las puertas a un mundo inesperado. Un momento de soledad se convierte en un encuentro fantástico y efímero. La intimidad se dispara a un estado de imaginación desatada.

“La obra habla del deseo y una idea bastante amplia de eso. No solo el deseo físico sino que se traslada a otras arenas como la social, la histórica y la política”.

- En la obra, ¿hay una exposición fuerte del cuerpo, incluso desde la perspectiva de la sexualidad?

- Trabajamos mucho el cuerpo. Los cuerpos y el movimiento está muy presentes. Lo interesante es que adaptamos la obra a cada lugar que vamos. La cuestión de los cuerpos tiene un protagonismo en la obra. Más allá de la genitalidad, hay algo del deseo que se hace presente entre los personajes. Y un poco la estrategia de la obra es trasladar ese deseo entre dos personajes a la platea. Los cuerpos están desnudos, se acercan entre sí, son como la manera de acercarse al público.

- ¿Pero hay un manejo estético del desnudo, para que el público se involucre en el relato y no le choque?

- Con eso nos sorprendemos también. Hace un mes hicimos una función en el teatro Solís de Montevideo. Y en ese caso la obra se hizo para los chicos de colegios secundarios. Te comento esto, porque la obra se caracteriza por hacer de la desnudez en escena algo necesario. El cuerpo en escena puede ser como algo de observación. Y la obra busca que el espectador tome esos cuerpos, como algo necesario.

-¿Cuál fue la respuesta del público adolescente ante esta propuesta?

-Hace dos años que estamos con la obra y la ve público de todas las edades. Es una obra que pueden ver los adolescentes, porque comparten códigos. Y lo que nos llamó la atención de Montevideo es que estaba en el contexto educativo y curricular. La obra toma muchos detalles de la jerga de los más jóvenes. Y después se universaliza hacia una idea del deseo y del amor.

-Y ese deseo de lo social y lo político, ¿dónde queda en la dramaturgia y en la acción?

- Es la parte más porosa y permeable de “Todo piola”. Mucho antes de trabajar los poemas de la obra, trabajamos las pinturas de la iconografía peronista de Daniel Santoro. Y en un momento lo descartamos, porque se puso muy coyuntural con el momento electoral. Y ahora pasó la coyuntura y todo eso volvió. Y volvió con mucha fuerza. Hay un monólogo de Eddy, que habla de algo actual. Y se pone en escena cuestiones que pensamos de lo que sucede y un deseo político. Pero no político partidario, es como una idea de que podemos hacer juntos.

-¿Cuál es tu visión del mensaje político y social dentro del teatro?

- Creo que por una cuestión generacional, nosotros en general le huímos mucho a la idea del mensaje. Pero me parece que con “Todo piola”, se verifica al teatro como un lugar muy privilegiados. Donde lo que sucede en el entorno de la obra, el teatro es una antena que toma mucho de lo que sucede en la realidad cotidiana. Y con esta obra tenemos la fortuna, que se conecta con los nervios de la época. A cada ciudad a la que vamos, incorporamos algo de lo que está pasando en la obra. No sé si por la idea del mensaje, si no porque es una obra sensible a lo que sucede y lo incorporamos. Y la voluntad, más que el mensaje, es la comunicación.

La ficha

Todo piola

Dirección: Gustavo Tarrío

Actúan:  Eddy García, Guadalupe Otheguy y Quillen Mut Cantero.

Día y hora: hoy, a las 22.

Lugar: Centro Cultural Julio Le Parc (Mitre y Godoy Cruz, Gaymallén).

Entrada: $50. En boletería.

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