¿Qué es el cannabis y por qué es una medicina?

El cannabis (llamado comúnmente marihuana) es una planta de crecimiento anual originaria de las cordilleras del Himalaya. Tiene una tradición milenaria como medicina y fue un medicamento de uso habitual tanto en España como en buena parte del mundo occidental hasta principios del siglo pasado. Allí a donde ha ido el ser humano a lo largo de la historia ha llevado con él la planta del cannabis: por ejemplo, la primera Biblia se imprimió con papel de cáñamo y las velas de las carabelas que llevaron a Cristóbal Colón a América estaban fabricadas con fibra de cáñamo.

La aparición de fármacos sintéticos, por una parte, y el desconocimiento del mecanismo de acción de los compuestos presentes en la planta por otra, junto con las presiones políticas que empezaron a limitar su uso por cuestiones extra-médicas, hicieron que se perdiera el interés médico por el cannabis, interés que en la últimas décadas ha retomado intensamente.

Hace tan sólo dos décadas se descubrió lo que hoy se conoce como Sistema Cannabinoide Endógeno (SCE), un sistema presente en nuestro organismo de señales químicas y receptores del cual depende que se produzca una cierta acción. Esto es, dentro de nosotros llevamos cannabinoides que se acoplan a unas proteínas específicas llamadas receptores para cannabinoides (RCB) para modular procesos fisiológicos concretos. De hecho, el sistema endocannabinoide es un sistema complejo cuyo papel principal es restaurar el equilibrio endógeno, de ahí la importancia del estudio de los cannabinoides en la medicina moderna.

Hoy existen sociedades científicas centradas específicamente en el estudio médico del cannabis y de los cannabinoides, tanto los compuestos presentes en la planta como los mecanismos neurobiológicos por los que actúa en el ser humano.

El resultado de investigaciones y evidencias empíricas con pacientes que padecen diferentes dolencias ha llegado a identificar que los cannabinoides tienen muchas propiedades medicinales. Esto permite que algunas dolencias y patologías puedan ser tratadas con cannabis: epilepsias (fundamentalmente las refractarias), logrando un alto control de las convulsiones; HIV; Cáncer; Diabetes; Esclerosis Múltiple; Alzheimer; Artritis reumática; Fibromialgia; pérdida de peso y debilidad extrema; espasmos musculares severos y Enfermedad de Crohn, entre otras.

Para que se entienda, podríamos decir que químicamente actúa porque en nuestro cerebro hay receptores para sustancias canabinoides, porque naturalmente las producimos. Es como la morfina, que actúa porque químicamente es parecida a las endorfinas que nosotros producimos.

Hay que destacar la baja toxicidad del cannabis y que realmente actúa mejorando la calidad de vida del paciente. Impacta sobre el dolor, el humor, el sueño y el apetito, algo que los otros fármacos o tratamientos como la quimioterapia, no consiguen

Actualmente hay numerosos métodos para extraer los cannabinoides de la planta en una forma concentrada, que se pueden ingerir en diferentes formas: fumados, vaporizados, cocinados en alimentos, en gotas sublinguales, en cremas, aceites, etc. Las dosis, la vía de administración y la utilización de la forma herbal o de alguno de los preparados farmacéuticos disponibles en la práctica médica debe elegirse en función de la tolerabilidad del fármaco por parte del paciente, de la patología a tratar y del proceso específico en el que se encuentra la enfermedad. Además del efecto médico, es muy importante que el paciente lo tolere psicológicamente bien.

Argentina dio un primer paso  en aprobar la Ley Nacional para el Uso Medicinal  de Cannabis. Ahora tenemos un marco legal en lo que es el uso para la investigación, tratamiento y producción en cannabis que tiene más de un millón de usuarios en el país, pero aún faltan muchos más por dar  para que esté al alcance de todos los que lo requieran.

Es fundamental avanzar más  en la investigación clínica de los usos médicos del cannabis y los cannabinoides, con protocolos diseñados adecuadamente y respetando los principios éticos de la investigación en humanos. Para que sea posible, es imprescindible que los gobiernos se involucren promoviendo, facilitando y financiando la investigación.

Es necesario formar al cuerpo médico para que, accediendo a información rigurosa en la materia, se capacite para prescribir, hacer las indicaciones pertinentes, brindar información calificada con vistas a educar a los pacientes y tomar un consentimiento informado correcto, evaluar resultados e identificar los potenciales efectos adversos para que los médicos puedan acompañar a los pacientes a preservar su vida y calidad de vida, así como para ofrecer alternativas en situaciones que no tienen respuesta de la medicina convencional.

Informes: Dorrego 138, Guaymallén. Consultas y turnos: tel. 0261-15351081. Facebook Clínica de Cannabis

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