“Nos han tratado como a los peores delincuentes”

La mamá del bebé hallado solo en un auto en un estacionamiento frente al Casino dijo que lo dejó “unos 20 minutos” y criticó a la Policía. “No quiero más lío con la Justicia”, pidió.

“Nos han tratado como a los peores delincuentes”
“Nos han tratado como a los peores delincuentes”

“Nos han tratado como a los peores delincuentes. A los violadores o asesinos les tapan la cara, los ocultan. Nuestros nombres han aparecido por todos lados”, sostuvo Rita Teresa Bordón, mientras la impotencia contenida en los últimos días terminó por humedecerle los ojos. Desde la casa de su padre, en Tupungato, donde está alojada temporalmente junto a sus hijos, se quejó porque “todos opinan abiertamente de lo que pasó”, pero ellos -dice- todavía no han podido contar su versión.

Esta mujer, de 31 años, que hasta el lunes vivía con sus seis hijos en Gustavo André (Lavalle), se convirtió en noticia cuando su bebé de 15 días fue encontrado llorando en el interior de un auto en una playa de estacionamiento cerca del Casino de Mendoza, en Belgrano al 1800 de Godoy Cruz. Lo halló la mujer que cuida el lugar y testigos sostienen que estuvo encerrado allí unas 5 horas.

Al otro día, Bordón y su esposo, Gustavo Viscido, quedaron detenidos en la Oficina Fiscal imputados por “abandono de persona agravado por el vínculo”. El hombre pasó allí la noche del martes, pero ayer recuperó la libertad por tratarse de un delito excarcelable y porque no tiene antecedentes penales.

Sin embargo, como medida temporal para proteger a los hijos menores de la pareja (dos mujeres de 3 y 14 , un varón de 12 y el bebé), el OAL decidió que los cuatro niños fueran trasladados con su mamá a la casa de su abuelo paterno, ubicada en Adolfo Calle de la villa cabecera tupungatina. Allí llegaron la tarde del martes y se quedarán “al menos por cinco días”.

La versión de los padres

En ese domicilio, Rita Bordón recibió ayer a Los Andes y negó que la situación haya ocurrido tal como trascendió en los medios. “No sé quién inventó, si la Policía o la mujer de la playa”, acotó, y dijo que pasaron toda la mañana del lunes intentando “ser escuchados”. Para ello, fueron a presentar su exposición en la comisaría de Costa de Araujo y realizaron varias llamadas sin éxito a canales de televisión.

La mujer reconoce que la noche del domingo dejó a su bebé de 15 días (Ian Viscido) durmiendo en la playa cerca del Casino, pero “sólo 20 minutos”. Contó que había viajado ese día a la Ciudad de Mendoza, junto a su esposo y otras parejas, para hacer las compras del mes. Después “pasaron” por el Casino.

“Yo me quedé en el auto con mi gordito, pero bajé dos o tres veces para ir al baño -el de la playa de estacionamiento estaba clausurado- y para llevarle el documento a mi marido”, relató. Según sus dichos, el lapso más largo en el que el pequeño estuvo solo fue de entre 20 y 30 minutos.

“Me volví a bajar porque mi marido andaba llevando una plata y a mí me daba cosa que la tuviera allá dentro. Cuando volví, el bebé se había despertado y lloraba. Entonces, la señora de la playa me avisó que había llamado a la Policía”, narró.

La acusada aseguró que ella estaba junto a su bebé cuando llegó la Policía y se quejó porque -a pesar de todo lo que hablaron en los medios- ninguno de los efectivos policiales “se acercó a ver al bebé, a constatar que estuviera bien”. Además, niega que Viscido haya sido llamado por los altoparlantes del local, sino que fue uno de los amigos que estaban con ella quien lo fue a buscar.

Con todo, ya corría la 1 y media de la madrugada del lunes. Después que los efectivos policiales le pidieron “la cédula, tomaron la patente del auto y le hicieron algunas preguntas” a su marido, la familia Viscido se alejó de la playa de estacionamiento sin mayores inconvenientes, cerca de la 1.40.

Los otros chicos se habían quedado al cuidado de su hija mayor, que tiene 18 años y ya está en pareja. “Es ella quien me está cuidando la casa de Lavalle ahora”, acotó Bordón, quien dijo no tener información de cuánto tiempo deberán permanecer en Tupungato. Aunque reconoció haber estado asesorándose con un abogado, Rita confió: “No quiero más lío con la Justicia, sólo que todo esto pase y volvamos a la normalidad”.

Medidas de protección

Ese mismo lunes, “cayeron trabajadoras sociales del Gobierno y nos dijeron que estábamos presos”, recordó la madre de Ian. Fue cuando la Policía detuvo a Viscido y se llevó a ambos por averiguación de antecedentes. También se determinó que la madre y sus hijos estuvieran protegidos bajo la tutela del abuelo materno.

Para controlar el estado de salud de todos los pequeños, las agentes del OAL llevaron a la mujer y los cinco niños al hospital Sícoli de Lavalle. “Allí el médico constató que estaban bien y que no habían indicadores de maltrato”, expuso en declaraciones radiales María López, directora de la Protección de Derechos del OAL.

“Mis niños asisten a la escuela, como cualquier familia normal. Tienen las libretas de salud y las vacunas al día. Es más, el médico que los ve siempre allí me bromeaba: ‘No lo dejés llorar porque va a venir la Policía’”, dijo la mujer, agregando que su bebé es muy tranquilo y “rara vez llora”.

Desde el OAL se defendieron

Desde que trascendió el caso el martes se cuestionó que ningún teléfono del OAL -organismo estatal que debe velar por los derechos de los niños- respondiera ante esta emergencia. Sin embargo, ayer María López -directora del área de Protección de Derechos- destacó que no ingresó a la guardia del organismo ningún llamado de la Policía. “Hemos puesto a disposición toda la información, por si la Justicia quiere investigar los celulares de la guardia telefónica o de la guardia profesional”, expuso la funcionaria.

López señaló que “por la gravedad de la situación, la Policía debería haber dado intervención directamente a Fiscalía”. En realidad, los policías habrían llamado al OAL de Godoy Cruz, que funciona de  8 a 20.

La funcionaria dijo que falló la aplicación del protocolo y reconoció que se enteró del tema a través de los medios: “Cómo voy a intervenir si no tengo nombres de los padres, del niño, no tengo domicilio y no tengo nada. Por eso fui hasta Fiscalía”.

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