“El secreto de sus ojos” versión Hollywood

La película "Secretos de una obsesión", que se estrena hoy entre nosotros, adapta la exitosa "El secreto de sus ojos", de Juan José Campanella, al ámbito estadounidense y convierte a Ricardo Darín en negro, a Soledad Villamil en Nicole Kidman y a Guillerm

El título original en inglés ("The Secret in Their Eyes") se parece al título argentino, aunque remarca que se trata de varios "ojos".
"Secretos de una obsesión", como fue rebautizada esta remake estadounidense que dirige Billy Ray (el mismo de la exitosa "Los juegos del hambre") adapta "El secreto de sus ojos" con el propio Juan José Campanella como director ejecutivo.

Si bien se sabe que las comparaciones son odiosas, en este caso también son inevitables, ya que la película argentina no sólo ganó el Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 2010 sino que fue también una de las más taquilleras de la historia del país con casi tres millones de espectadores, muchos de los cuales podrían ser picados por la curiosidad de ver cómo “americanizaron” el éxito vernáculo.

En primer lugar la elección de los actores, un elenco de estrellas que encabeza el británico Chiwetel Ejiofor (protagonizó la oscarizada “12 años de esclavitud”) que ocupa el lugar de Ricardo Darín, en este caso un personaje negro.

Nicole Kidman reemplaza a Soledad Villamil y Julia Roberts a Guillermo Francella combinada con el personaje que hacía Pablo Rago, en una singular fusión reductora.

Un thriller lineal

Ya de entrada, la cantidad de capas narrativas que tenía la película basada en la novela de Eduardo Saccheri (“La pregunta de sus ojos”) parece haberse reducido a su versión más simplista.

Aquí se trata de armar un thriller de fácil y rápida comprensión, aunque respetando los tres ejes de la historia original: el marco romántico, el criminal y el político.

“Secretos de una obsesión” se ambienta en el momento inmediatamente posterior al ataque a las Torres Gemelas del 11 de setiembre de 2001 (la película argentina se desarrolla durante los convulsos años del gobierno de María Estela Martínez de Perón). En ambos casos el trasfondo político proporciona el ambiente ideal para desplegar una historia de crimen, sospechas y ocultamientos.

Ejiofor encarna a Ray Kasten, un ex agente del FBI que se desempeña como jefe de seguridad de un equipo de béisbol. Trece años antes trabajaba junto a  Jess Cobb (Julia Roberts) y Claire Sloan (Nicole Kidman) en la investigación de delitos relacionados con el terrorismo en la fiscalía del distrito de Los Ángeles.

Cierto día aparece brutalmente asesinada y sin causa aparente la hija adolescente de Jess (Roberts) y la captura del asesino se convertirá en la obsesión de los tres protagonistas.

Ciertas pistas indican que el autor del crimen está siendo encubierto por el poder político para preservar su papel como infiltrado en la lucha contra el terrorismo islámico.

Ray, que aún con el paso de los años no pierde su obsesión por encontrar al asesino, volverá a la fiscalía para pedir a Claire la reapertura del caso, ya que cree haber identificado al culpable.

El plano romántico, finalmente, también se modifica y deja de lado la emoción y las sutilezas que movían a Darín con Villamil en “El secreto de sus ojos” para centrarse en un juego más bien triangular donde el personaje de Ejiofor no termina de decidirse por ninguna de las dos protagonistas.

Este terreno, quizá, sea el que más pierde en la adaptación, ya que quienes recuerden los encantadores diálogos románticos entre Darín y Villamil, plenos de miradas cómplices, palabras no dichas y detalles de una frescura enriquecedora, echarán de menos esos climas que aquí aparecen como mera decoración de la trama.

Otro dato a destacar es que el plano secuencia de la cancha de Racing, donde Darín y Francella perseguían al sospechoso en la versión argentina, en “Secretos de una obsesión” se repite pero en una cancha de baseball, como no podía ser de otro modo en el país del Norte.

La opinión de Campanella

“Secretos de una obsesión” generó bastantes polémicas incluso antes de su estreno en los Estados Unidos.

La pregunta central era "¿para qué hacer otra versión de una película que ya había sido exitosa y que incluso había ganado un Oscar?"
El propio Juan José Campanella, que además de dirigir "El secreto de sus ojos" ofició de director ejecutivo en la versión estadounidense, lo explicó así: "al público norteamericano no le gusta ver películas extranjeras, disfruta poco de las historias provenientes de otras culturas.

Por eso los productores siempre quieren rehacer las películas habladas en otros idiomas para que lleguen a más gente en los Estados Unidos.

Es algo muy común que se hace todo el tiempo”, contó el cineasta y recordó el caso de la malograda versión estadounidense de “Nueve reinas” (2000, Fabián Bielinsky) que se adaptó en 2004 bajo el título de “Criminal”, protagonizada por John C Reilly y Diego Luna, y ni siquiera pasó por los cines.

En contra

Aunque en general “Secretos de una obsesión” fue bien recibida por la crítica internacional, que la califica como “un oscuro y sólido thriller, bien narrado y entretenido”, en nuestro país hay una legión de fans de la película original que han sido impiadosos con la versión estadounidense.

El propio Guillermo Francella, que no vio la película sino las imágenes del trailer, dijo sin dudar: “Me pareció un embole, un híbrido total”. Y agregó: “La llevaron para el lado del thriller, todo me pareció raro”. Aunque remató: “Claro, a lo mejor la vemos y es tremenda (por muy buena). Tiene actrices muy convocantes y posiblemente le vaya bien”.

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