"Día de la mujer", el verdadero sentido: ni regalos, ni saludos

Se trata de una fecha especial en la que solemos apelar al saludo o el ramo de flores. Aquí te acercamos otra mirada sobre el género y sus desafíos actuales, para reflexionar acerca de la igualdad y la equidad como metas.

Tarjetas, regalitos, bombones o flores. Ésas suelen ser las expresiones que reciben las mujeres en este día especial, dedicado a ellas.

Sin embargo el enfoque, hoy, es otro: un reto a establecer una labor diaria sobre lo que ser mujer significa desde la perspectiva cultural, social y personal.

Esta fecha, si bien alude a un momento histórico especial de empoderamiento de las mujeres (ver cuadro aparte), en la actualidad pone en primer plano muchas heridas sensibles y cuentas pendientes hacia la mujer: violencia, acoso callejero, desigualdad laboral, etc.

Silvina Anfuso, directora de Género y Diversidad del gobierno de Mendoza, es la especialista que en este espacio nos orienta sobre la necesidad de instaurar un cambio paradigmático.

“Es importante poder entender a esta fecha como un ‘basta a la violencia contra las mujeres’, ya que por lo menos en nuestro país han ocurrido, y vienen dándose, manifestaciones masivas para expresar un rotundo ‘freno’ en este sentido. La violencia se manifiesta en su expresión más cruel y vil, a través de los femicidios que ocurren -aproximadamente 1 por día-, en nuestro país”.

- ¿Qué otras reflexiones posibilita este día?

- Pensar de manera masiva cuáles son las causas fundamentales de esas violencias, y que una de ellas obedece a la desigualdad entre hombres y mujeres. Cuando aludimos a esto hablamos de la desigualdad de tareas y oportunidades, así como también de la desvalorización de la mujer para poder decidir y ocupar cargos de poder o jerarquía; o de no tener derechos sobre su propio cuerpo.

En ese contexto se viene instalando -y Argentina no va a ser ajena- un paro internacional de mujeres, que será diferente a los que muchas veces tienen que ver sólo con reivindicaciones en la relación patrón-empleado ya que lo que también se ha visibilizado es a la mujer trabajadora en todos los ámbitos. Una figura laboriosa, que trabaja en el hogar (ya sea porque está contratada, o porque es ama de casa) en la que recae la mayor parte de las tareas del cuidado de las personas, con las que convive o se relaciona.

- Un foco pendiente de atención...

- Totalmente. Esta acción e internalización de la sociedad, acerca de los trabajos y labores que también son realizados por las mujeres, se vincula a valorizar y poner en escena que las tareas que solemos realizar a diario, no tienen que ver con nuestra ‘esencia’. En realidad se vinculan con construcciones sociales y culturales; de cuáles son los roles que se nos han asignado a lo largo del tiempo. En ese sentido este 8 de marzo pone en escena, de manera masiva, que las mujeres queremos igualdad de trato; que somos trabajadoras, independientemente de que tengamos un contrato de trabajo o no.

- ¿Qué pensás de aquellos que argumentan que no debería existir el "Día de la Mujer", por considerar que tenerlo es una manera machista de legitimarlo?

Cuando se piensa en abstracto cometemos un error. Es necesario establecer que cada 8 de marzo tiene un contexto desde el que surgió a partir de mujeres valientes y comprometidas. Un fecha que se vincula con la lucha de trabajadoras de una fábrica textil en Estados Unidos, que como forma de protesta por las precarias condiciones laborales a las que eran sometidas, realizaron una huelga. Algo que ante los ojos de los sectores machistas resultó incomprensible, y derivó en la represión más violenta. Un hecho absolutamemte repudiable.

Desde allí en más, tal hecho significó que las mujeres fuéramos internalizando esta fecha con memoria y resignificación, porque a pesar de que somos distintas y diversas, hemos vivenciado lo que es “ser mujeres” en sociedades machistas. En este sentido es que nos encontramos en algunos puntos.

- ¿En qué puntos nos encontramos a pesar de las diferencias?

- En la denuncia al acoso callejero, en manifestar la violencia institucional y obstétrica que padecemos y en muchos otros vinculados al hecho de ser mujer en una sociedad que es machista.

Esta efemérides nos sirve para poder dialogar, discutir y masificar lo que sentimos y vivimos las mujeres en una sociedad que nos subordina en todos los ámbitos. Por ello considero que, más que abstraer, hay que reflexionar sobre las posibilidades que nos dan algunas fechas respecto de qué sociedad queremos ser. En ese sentido aparece con mucha fuerza la palabra “equidad”. Es porque no vivimos en una sociedad que nos trate de igual manera a mujeres y hombres, sino que nos violenta particularmente.

- ¿Creés que a pesar de la violencia de género, y las desigualdades que continúan en todos los ámbitos, hay alguna superación y participación más activas?

- Sí. Pienso que el umbral de aceptación de las prácticas machistas ha cambiado.

En esta fecha vamos a intentar, además, interpelar a los varones, entendiendo que los avances de los derechos de las mujeres, y todas las movilizaciones y denuncias, no implican que busquemos el mal o la guerra hacia el sexo opuesto. Al contrario: se trata de trabajar juntos desde el hogar, la escuela y la sociedad para tratarnos bien unos a otros, que prevalezca el respeto y los derechos humanos por el hecho de ser personas.

En ese sentido considero que estamos interpelando a los hombres para que también redefinan su posición y su masculinidad hegemónica dominante, para ser parte de la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y democrática: en la casa, el trabajo y las diversas instituciones.

Una conmemoración histórica

Cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora (o también Día Internacional de la Mujer), una fecha reconocida por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

En este día se conmemora la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre, en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona.

La idea de instituir un Día Internacional de la Mujer surgió por primera vez a finales del siglo XIX, época que, en el mundo industrializado, fue un período de expansión y desorden, crecimiento demográfico desorbitado y auge de ideologías radicales.

El incendio ocurrido en la fábrica textil “Compañía de Blusas el Triángulo”, en Estados Unidos, ocurrido el 25 de marzo de 1911, fue el hecho que reavivó los reclamos de las trabajadoras que venían denunciando las precarias condiciones laborales a las que eran sometidas.

La tragedia ocurrió cuando se desató el incendio que causó la muerte de 146 personas, en su mayoría mujeres.

Recién en 1914, las mujeres del mundo lanzaron un llamado de fraternidad universal y fijaron el 8 de marzo como fecha dedicada a la mujer luchadora.

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