¿”Big Brother”?: los autos modernos, recopiladores de datos

La sofisticación tecnológica de los nuevos modelos trae consigo interrogantes y aspectos que ahora conviene tener en cuenta. Uno de ellos guarda relación con la información que recopila nuestro vehículo y dónde queda 'guardada'.

Los autos modernos guardan gran cantidad de información, un proceso necesario para que funcionen los diversos sistemas de asistencia.

Sin embargo, en la mayoría de los casos se desconoce qué pasa con estos datos y los dueños de los vehículos no suelen recibir un panorama claro de parte de los fabricantes.

El auto que va adelante frena de golpe. Los reflejos llevan a que se pise el freno y el conductor reciba un sacudón por el accionar del cinturón de seguridad. Por suerte no pasa nada y todo se olvida rápidamente. Pero no ocurre lo mismo con el coche. La acción del cinturón queda registrada en la unidad de control del airbag.

Al día siguiente, el conductor está apurado y acelera bastante, pese a que el motor está frío aún. Las revoluciones aumentan, un veneno para los motores fríos. La información queda entonces guardada en la memoria de averías. Los diversos dispositivos permiten armar una imagen del estilo de conducción del dueño y su manejo del auto.

Estos son algunos de los ejemplos de datos que guardan los coches, según un análisis de largo plazo realizado por el Automóvil Club Alemán (ADAC) en cuatro coches de diversos fabricantes.

Durante varios meses, expertos en informática analizaron en detalle las unidades de control de estos coches por encargo del ADAC. ¿Y qué descubrieron? Que los vehículos son verdaderos recopiladores de información.

Y estos datos no sólo son guardados para que puedan ser leídos en el taller o por el fabricante. "Los datos son enviados al fabricante", dice Arnulf Thiemel, de ADAC, que llevó adelante esta prueba. Las antenas GSM y las tarjetas SIM que utilizan los autos los convierten en estaciones de envío de información más interesante aún.

El estudio de ADAC es sin duda un análisis al azar y no significa que tenga validez universal. Pero llama la atención sobre un problema de los autos modernos: los numerosos sensores recopilan cada vez más datos para los sistemas de asistencia. Y éstos son empleados por los respectivos dispositivos a partir de una serie de complejos algoritmos.

¿Qué pasa con los datos? ¿Cuáles son sobrescritos inmediatamente, cuáles guardados, cuáles enviados? Los dueños de los autos en general no lo tienen claro. "En este momento no tienen oportunidad de lograr una mayor transparencia", apunta Thiemel.

Según explica el experto, en el contrato de venta se establece que durante el funcionamiento del auto se pueden recopilar datos que serán utilizados por los talleres y el fabricante. "No se mencionan los detalles, los fabricantes lo bloquean".

La situación legal es algo compleja. "Los fabricantes deberían informar más a los compradores de autos de lo que lo hacen ahora", considera la abogada Daniela Mielchen.

Los datos técnicos pueden ser guardados sin consentimiento, aunque no los datos personales. ¿Y qué pasa en un accidente, cuando los datos técnicos permiten sacar conclusiones sobre lo ocurrido? En estos casos, la información técnica puede convertirse en información personal.

La velocidad, la distancia con otros autos, la señalización de la carretera, el ángulo de giro: el asistente de adelantamiento necesita muchos datos para funcionar correctamente. Los algoritmos permiten calcular cómo reaccionar a partir de una base de valores registrados.

"Según la tarea que cumpla el asistente se necesitan más o menos datos", explica el profesor Gerd Wanielik, que estudia la interconexión de los autos.

Todo apunta a que la conducción autónoma formará parte del futuro, indica el experto. "En el auto aún no hay una caja negra, pero la tendencia va en ese sentido". Porque si el conductor deja de manejar el auto, en un accidente los datos registrados deberían aclarar qué ocurrió.

En el futuro los autos no intercambiarán datos sólo con los fabricantes y los talleres. Los sistemas cooperativos de asistencia permitirán que se conecten con otros vehículos y con la infraestructura de transporte, dice el investigador Gerd Wanielik.

Algunos fabricantes están probandoo un asistente de onda verde. Este permite conectarse con los datos del sistema de dirección de tránsito, los compara con la información sobre su posición y ofrece consejos sobre cómo manejarse, un método que ayuda a ahorrar combustible.

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