“Amitrano es narcisista y antisocial”, dijo una psicóloga

Dos a uno. Ese fue el resultado de la pericia psicológica a la que fue sometido Alejandro Amitrano (40), el hombre que es juzgado por la muerte de su hija Rosario (1). Los especialistas del Cuerpo Médico Forense indicaron que se trata de una persona con rasgos narcisistas y antisociales, en tanto que el perito propuesto por el imputado descartó estas tipologías y consideró que no es psicópata ni maltratador. Ayer el acusado pidió declarar, lo que ocurriría durante esta jornada.

Ayer, en la Quinta Cámara del Crimen, la psicóloga del Cuerpo Médico Forense Carolina Cucci explicó que junto al psiquiatra Alfredo Crocco  y al psicólogo Mario Lamagrande, perito propuesto por Amitrano, realizaron distintas pericias al imputado pero, al no ponerse de acuerdo en algunos puntos, los dos especialistas del Forense entregaron un resultado y Lamagrande otro distinto.

Sin duda lo más llamativo es que fue presentado como testigo el médico Héctor Indelicato, quien se encuentra detenido, tras ser imputado por daño agravado por uso de arma de fuego en concurso real con portación ilegal de arma de guerra, luego de habría  efectuado 11 disparos sobre la casa de su ex mujer. Indelicato se desempeñaba como subalcaide del Servicio Penitenciario Provincial.

Según el estudio oficial realizado por los especialistas en salud mental, Amitrano no presenta una patología pero mostró durante las entrevistas una actitud seductora y un humor irónico, haciendo prevalecer sus criterios y con dificultades para relacionarse con el entorno si no se piensa igual a él.

En cuanto a la muerte de su hija, "le atribuía la responsabilidad a los médicos. Imponía sus criterios a los de los médicos", afirmó la psicóloga, quien lo calificó de inmaduro y egocéntrico y narcisista. "Se cree único y especial, con una actitud omnipotente y descalificante hacia terceros", diagnosticó.

También explicó que Amitrano "descalifica los juicios femeninos y tiene una escasa valoración emotiva: no mostró concordancia entre lo que decía y lo que demostraba de forma no verbal". Además indicó que mostró una afectividad superficial, es decir que no tiene vínculos afectivos profundos y que llamar a la niña "criatura" podría considerarse despersonalizante.

Cuando le preguntaron si Amitrano es un psicópata -tal como lo definió Cecilia Cousau, su ex mujer- la psicóloga apuntó que tiene trastornos de personalidad del tipo B: es narcisista y antisocial.

En cuanto a los maltratos, apuntó que al presentar una dificultad para controlar los impulsos y  hacer que prevalezcan  sus necesidades, "es probable que manifieste agresividad hacia terceros".

Este diagnóstico no fue avalado por el psicólogo Lamagrande, quien sostuvo que por la pericias no se puede determinar que Amitrano fuera un maltratador y que tampoco tiene rasgos de psicópata.

Este perito dijo que el acusado tiene una inteligencia "más baja que la media, es responsable, lúcido" y que los signos de angustia que mostraba eran por el encierro, lo mismo cuando se refirió a a su ex mujer y a su hija. El panorama presentado por Lamagrande se desdibujó cuando dijo que Amitrano "trabajaba y sostenía a su familia", ya que varios testigos afirmaron que no trabajaba.

Al cierre del debate, Amitrano indicó que quería declarar por lo que se espera que para hoy de su versión de los hechos ante los jueces.